Pau Gasol y Serge Ibaka achican el poder lituano

Es oficial: en esta Selección española de ensueño hay quien marca diferencias: hay clases. La principal información que proporcionó Lituania con su pegada, su poder físico, su motivación, su leña (24 faltas) y sus extraños jugadores versátiles fue que, si Pau Gasol y Serge Ibaka están en pista, España es casi intocable. Si los dos comparten sitio en el banquillo, aparece una sensación de vulnerabilidad.

El seleccionador francés, Collet, ha insistido en que se necesita toda una mentalidad de combate si se desea inquietar al tremendo equipo español. Con Pau Gasol e Ibaka compartiendo titularidad inicial y en minutos fantasiosos de Ricky Rubio, a España no había lituano que le tosiera: 19-7 a los siete minutos; un minuto después, 24-11... y ahí se sentaron Pau y Serge, dos de las torres más altas de la Conferencia Oeste de la NBA. El primer cuarto acabó con 26-17. Lituania, que apareció con toda la disposición de combatir, arrancó el segundo cuarto con 0-7, parcial total de 2-13 desde que se sentaron Pau Gasol e Ibaka. La diferencia se estrechó al mínimo (39-38), con la segunda unidad española algo perdida entre la espesura de las rotaciones, el poder físico de los lituanos, y su zona de ajuste: Kemzura, seleccionador lituano, proponía el mismo partido que le permitió sorprender a la Selección en el Mundial turco, hace un año.

Lavrinovic.

Con 37-36 y 39-38, Krystof Lavrinovic y Kaukenas eran los amos. Pero ahí volvió Pau Gasol que, de inmediato, firmó el 41-38. Calmados los nervios por la presencia del gran jefe, más unos minutos explosivos de Rudy Fernández, España costeó hasta el descanso: 48-42, con 15 puntos de Pau Gasol... y 22-25 para Lituania en el parcial del segundo cuarto. Tras el intermedio, Scariolo no se permitió bromas, agrupó en pista a la artillería pesada, Ibaka incluido... y un 8-0 de salida rompió el espinazo lituano: 56-42. La selección báltica ya no se recuperaría del palmetazo. Ricky e Ibaka (12 puntos, dos tapones) conectaron en un alley-oop que Serge facturó desde la estratosfera de la Casa de Campo. Navarro y Marc Gasol fluyen más relajados e imponen más cuando ven que allí está Big Brother Pau para imponer orden.

Lituania combatió hasta el fin. Jasikevicius parece ya un ilustre veterano. Y Valanciunas se mueve con aire de buen jugador, pero, con sus 2,13 no tiene ni la mitad de movilidad que el joven Sabonis de 2,21. El flamante madridista Marty Pocius intentó mucho y concretó poco: seis puntos, 2/6. El jueves vuelven a verse en Kaunas: ensayo general con todo del Eurobasket. Lituania seguirá pegando. Para derribar a Pau Gasol y Serge Ibaka necesitará bastante más munición.