Baloncesto | NBA
Rudy decidirá antes del sábado: Dallas o Madrid
Le atrae el reto de los Mavs, pero el dinero y el lockout le hacen dudar
El culebrón Rudy Fernández finalizará esta semana. Ese es el plazo que se ha dado para tomar una decisión sobre su futuro. Las opciones se reducen a dos: Dallas o Real Madrid. Aunque el Barça está interesado (más para que no le fiche el gran rival que por necesidad) lo cierto es que al alero no le convence la opción azulgrana ya que, con Navarro, Eidson y Mickeal, serían demasiados gallos.
El Madrid sabe que parte en desventaja, ya que escapar de Portland y McMillan ha reducido el ansia de Rudy por regresar a Europa. La operación es difícil, sí, pero no imposible. Por eso el club blanco está esperando la respuesta del internacional antes de acometer otros fichajes. De hecho, la decisión de Rudy condiciona todos los demás movimientos. Si llega, Llull pasaría a jugar de base y, como mucho, se buscaría otro alero alto. Si el mallorquín se queda en la NBA, Llull seguiría de escolta y se ficharían un base y un tres.
Argumentos.
En contra del Madrid juega, sobre todo, el reto que supone para Rudy no volver a Europa con sensación de fracaso. Dallas le ofrece una gran oportunidad para triunfar allí, con el puesto de escolta titular muy abierto y un sistema de juego basado en la circulación de balón y las suspensiones que, a priori, le encaja de maravilla.
Pero el Madrid también tiene sus bazas favorables. Primero, la económica. Rudy cobrará este año 1,5 millones de euros y Dallas puede renovarle unilateralmente una temporada más por 2,2 millones. El club blanco le ofrece 6 años a 3 millones. Y, luego, la incertidumbre respecto a su papel en los Mavs, sobre todo si el lockout acorta pretemporada y fase regular, limitando su tiempo de aclimatación. Eso favorecería a sus rivales por minutos: Beaubois, Jones y, si renuevan, Barea y Butler.
Lo que el Madrid tiene claro es que, si llega, Rudy no se iría si el lockout acabase a mitad de temporada ACB. Esto sería posible si patronal y jugadores NBA acuerdan (y están cerca de hacerlo) que los profesionales con un año de contrato puedan actuar como si estuvieran libres.