El Bilbao se mira en el espejo del TDK campeón

La comarca del Bages aún tiembla al rememorar la gesta de un puñado de valerosos jugadores, en su mayoría catalanes, que se abrigaron con tres norteamericanos de excepción (Jones, Sallier y Alston) para culminar la mayor gesta del baloncesto español contemporáneo: el título de 1998. Una Liga con playoffs al mejor de cinco y que tuvo tres pasos idénticos para los jugadores que entonces dirigía Casimiro: 1-3. Es el espejo en el que se mira ahora el Bizkaia.

"Las circunstancias son diferentes -sostiene el técnico manchego-, porque nosotros teníamos el tercer presupuesto más bajo y el Bilbao está en el Top-6. Pero sí hay paralelismos: nosotros siempre robábamos algún partido fuera y no dejábamos que las eliminatorias salieran vivas del Nou Congost, como ahora en Bilbao". Casimiro se pone nostálgico: "A Paco (Vázquez) lo había tenido en Gijón. ¡Nos hemos quedado solos! Los demás, menos Alston, que está en Argentina, están ya retirados".

El líder de aquel Manresa era Chichi Creus, que ahora prefiere callar para no alimentar la épica en Bilbao. En la dirección le acompañaba Lázaro, que ha subido este año como segundo en Murcia. "Hace trece años empezamos a coger moral desde el primer cruce, veo al Bizkaia en esa línea".

Montañez era el júnior del equipo y pudo rascar un segundo en el cuarto partido de las semis contra el Madrid. "El Bilbao­ tiene el ímpetu de aquel Manresa. La clave está en el rebote. El Barça tiene cinco interiores buenísimos y si no dejan correr al rival, lo tendrán cerca". Josep Vives, actual presidente manresano, narró el título para Catalunya Radio.

Paco Vázquez es el hilo conductor de ambas épocas: "Hace trece años vivimos una historia romántica que acabó en final feliz. Ojalá se repita, aunque esta historia es más la de David contra Goliat que la de Romeo y Julieta".