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Baloncesto | ACB | Final

Los hombres de negro hacen de oro a Bilbao

En sólo una década han pasado de la Adecco Plata a la final de la ACB

Alfonso Herrán
<b>CELEBRACIÓN CON EL DUEÑO. </b>Jackson, base del Bizkaia Bilbao y sensación de la Liga ACB este año, festeja el pase a la final con Gorka Arrinda tras eliminar al Real Madrid.
juan flor

Hace nada, una década, veía la luz el Bilbao Basket, fruto del empeño de unos cuantos locos del deporte que añoraban los tiempos dorados del baloncesto en la capital vizcaína. El vetusto pabellón de La Casilla dio cobijo en septiembre de 2000 al nuevo equipo. Medio millar de personas levantaron acta de un club que acabó peleando por no descender en la Adecco Plata.

Once años y tres meses después, tras el paso vertiginoso por las categorías inferiores, el Bilbao está en la final de la ACB. En 2005, con el ascenso, se dejó de pasitos para dar zancadas. Así, en la segunda temporada en la cúspide acondicionó como pabellón de baloncesto un módulo de la Feria de Muestras de Bilbao para batir el récord de asistencia en un partido ACB: 15.414 almas en un hangar demasiado frío. Eso se solucionó llevando al equipo este año a su tercer hogar: Miribilla, el pabellón célebre ya por su efecto envolvente.

El agente de jugadores Gorka Arrinda empezó a poner su sello en el club desde el principio. Speaker hace dos décadas, cuando el Caja Bilbao de los Kopicki, Lockhart y compañía poblaba la élite nacional, se convirtió en máximo accionista del Bilbao Basket casi a la fuerza, ante el elevado número de acciones sin vender cuando pasó a convertirse en Sociedad Anónima. Arrinda, socio del Athletic casi antes de andar, había sido un tenista de perfil medio y decidió entrar a trabajar en la agencia de jugadores Sport Gestión, que finalmente controló. Después saltó al papel couché tras su matrimonio con la miss España Raquel Rodríguez.

El dinero empezó a llegar en 2006, con el apoyo como patrocinador de la promotora inmobiliaria Iurbentia. Pero la quiebra de ésta un año y medio después provocó el primer gran golpe al club, que este año se vio en quiebra técnica y con retrasos en los pagos de las nóminas. Se salvó gracias al apoyo de la Diputación vizcaína, su gran salvavidas.