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ACB | Fuenlabrada 55-Real Madrid 68

El Real Madrid se mete en semifinales por la vía rápida

Los de Molin no quisieron jugársela en la Caja Mágica y sentenciaron la elimintoria en el segundo partido. Buena imagen de un Fuenlabrada que despidió a Salva Guardia.

Esther Sánchez-Infante

El Real Madrid se clasificó para las semifinales de la ACB después de vencer también en el segundo partido al Fuenlabrada por 55-68. Los de Maldonado, valientes, plantaron cara a los blancos y mantuvieron el tipo hasta el último cuarto, en el que los madridistas sentenciaron el encuentro. El Fernando Martín, más naranja que nunca empujó a los suyos hasta el final.

El Fuenlabrada llegaba a este segundo partido con la idea de alargar la serie hasta la Caja Mágica y soñando con conseguir el primer triunfo de su historia en unos playoffs. No pudo ser y no por falta de ganas. Los de Maldonado vendieron cara su derrota y dieron una muy buena imagen en el último encuentro de su gran temporada. Por contra, el Madrid quería sentenciar por la vía rápida la eliminatoria y tener así más tiempo para preparar unas semifinales que les enfrentarán al Bizkaia Bilbao.Sergio Llull fue el más aplicado en la tarea y una vez más lideró a los blancos.

El arranque del 'Fuenla' fue sencillamente arrollador, tirando de una de sus mejores armas. Un triple tras otro se colocaron ocho arriba en el marcador. El Madrid, en su tónica durante toda la temporada, parecía dormido, anestesiado, pero reaccionó a tiempo para empatar el partido a 16, hasta que Felipe Reyes les puso arriba: 16-18 al final del primer cuarto.

Al comienzo del segundo, apareció Llull con un triple que llenaba de moral al conjunto blanco, ya que les permitía irse de cinco. El parcial pintaba muy mal para el Fuenlabrada, que fallaba en su vital juego exterior y tenían enfrente al incombustible jugador menorquín. "Hay que trabajar la defensa", pedía Molin en un tiempo muerto, atisbando la posibilidad de aprovechar el bajón anímico del rival. El Fernando Martín veía como se llegaba al descanso con un 26-36.

El que la sigue la consigue, debían pensar los de Maldonado, que siguieron buscando, casi sin descanso, encontrar el acierto en los triples. Y Valters rompió la racha, dando algo de aire a los fuelabreños. Fue entonces cuando Gustavo Ayón, el mejor de su equipo con 25 de valoración, decidió tomar las riendas. Con una jugada espectacular en la que cogió el rebote, se recorrió la cancha y machachó el aro, el ala-pívot hizo rugir al pabellón. Después, con un impresionante 'alley oop' se convirtió en la personificación del espíritu naranja. Los nervios estaban a flor de piel y se vivieron minutos de tensión con Pablo Prigioni, que regresaba al lugar donde tuvo el enfrentamiento con la afición. Lele Molin ahí estaba para pedirle calma. Sergio Rodríguez entraba y en su primera jugada, clavó un triple desde la esquina. El 'Fuenla' no desesperaba y fue Laviña el que igualó el marcador a 40. Llull y Tucker revindicaron su protagonismo, intentando contrarrestar el buen momento de Ayón. El tercer cuarto también acabó con ventaja para los blancos (44-55).

El Madrid iba de menos a más y tenía que sentenciar cuanto antes el encuentro ante un Fuelabrada que en el inicio del último tiempo parecía desdibujado, sin fuerzas. Poco a poco fue reponiéndose y cuando apuntaba a que el partido estaba muerto, volvió a aparecer Ayón para acortar la diferencia a diez puntos. Eran los últimos minutos y Salva Guardia recibió una emotiva ovación del pabellón al completo, incluidos los jugadores merengues. Se despedía el capitán y recibió su merecido homenaje. Poco pudo hacer ya el Fuenlabrada, con un Llull de lo más inspirado (16 puntos) y un fortísimo Tucker (13).

El resultado final, 55-68 y el Real Madrid, en semifinales. Los blancos tienen casi una semana para preparar el choque contra el Bizkaia Bilbao, que eliminó al Power Electronics Valencia en el segundo partido por 79-75.