"No fui al Madrid por diferencias económicas"

Hace ya 18 años que dejó Barcelona. ¿Qué recuerdos tiene de la ciudad?

Son demasiados. Viví cómo se transformó de ciudad normal a ciudad de clase mundial con los Juegos Olímpicos. Allí siempre estuve muy a gusto.

¿Y de aquel mítico Barça?

Les echo de menos a todos. Eran compañeros geniales, con los que aprendí lo que significaba jugar en equipo y como un profesional. Me aceptaron desde el primer día y me ayudaron a transformar mi español rácano en algo medio digno y comprensible (risas).

Usted hizo una prueba con el Real Madrid y parece que no les convenció por su físico, ¿qué ocurrió?

No fue una prueba. Aún era jugador del Benetton y visité Madrid porque el Real Madrid se interesó por mí. Fueron diferencias económicas las que hicieron que no me uniera al equipo.

Y en el Barcelona se convirtió en una leyenda

Así es. La pérdida del Madrid fue una ganancia para el Barça. Había hecho una buena temporada en Italia durante el año previo y el resto fue historia

¿Ha mantenido el contacto con sus ex compañeros?

De vez en cuando hablo con ellos. Con Aíto intento hablar por lo menos una vez al año. Además, siempre aprovecho para preguntarle si tiene trabajo para mí, pero esa es otra historia Intento hablar con Santi Abad, Galilea Me gustaría hablar con Epi pero perdí su número de teléfono (risas). Adoraba jugar en aquel Barça. Puedo contar con la mano los equipos que han jugado tan bien.

Ganó tres Ligas y dos Copas con el equipo culé y fue dos veces subcampeón de la Copa de Europa. ¿Le quedó la espina de no haberla ganado?

Sí, la tengo clavada en mi carrera. Creo que tuvimos dos grandes ocasiones para ganar los títulos europeos, sobre todo en la segunda final, la de París en 1991. Kukoc y nuestros problemas físicos fue ron las claves.

En España tuvo enfrentamientos legendarios con Fernando Martín y su Real Madrid...

Eran batallas que podían acabar con cualquiera de los dos como ganador. No era fácil enfrentarse a los grandotes Martín y Romay. Eran encuentros intensos, que requerían más preparación táctica incluso que los partidos europeos. Anécdotas puedo contar pocas porque se hacían y decían cosas que nunca pasarían fuera del campo. Fernando era una fiera, dificilísimo de contener.

En la ACB conoció a otros dos míticos, Petrovic y Sabonis, ¿qué opinaba de ellos?

Petrovic era un tirador de clase mundial, probablemente el mejor contra el que jugué en ese aspecto. Por Sabonis tenía un respeto enorme, ya que me recordaba a mí mismo. Tuvo que luchar contra las lesiones y, al igual que yo, supo como desplegar su carrera pese a ellas. Sabonis también era el mejor pasador, junto a mí, de aquella ACB.

¿Qué le diría a los hinchas culés que no le olvidan?

Que son el mejor público ante el que pude y tuve el honor de jugar durante mi carrera. Muchos aficionados se convirtieron en mis amigos fuera de las canchas. Me sigo considerando una persona más de Barcelona y Cataluña. En el resto de España siempre me trataron muy bien y con respeto. Es mi casa y estoy como loco intentando volver para dirigir a algún equipo.

Ahora se dedica a entrenar, ¿cuándo y porqué decidió emprender esa aventura?

Ser entrenador siempre fue mi destino. Siempre me ha gustado enseñar y hacer de profesor. Durante mi carrera ayudé mucho a los jovenes de las categorías inferiores y a los que llegaban al primer equipo.

¿En qué consiste su trabajo?

Estoy en un instituto que empecé yo, únicamente para jugadores de baloncesto. En el New Horizons Preparatory School tenemos unos 25 alumnos de todo el país y otros lugares como Ruanda, Argentina, Francia Es un internado y entrenamos unas cuatro horas diarias. Es una buena opción para aquellos que quieren conseguir becas para la universidad y no lo lograron en sus escuelas previas.

Leímos hace un par de años que le gustaría entrenar algún día al Barça, ¿lo mantiene?

Mi sueño es dirigir al Barça, pero mi deseo es poder ejercer como entrenador en algún conjunto de la ACB.

Sus hijos se llaman Nicos, Alessandro y Jasmina. Nombres muy curiosos para una familia de Jackson, Mississippi...

Nicos, Alessandro y Jasmina, mis hijos, se llaman así porque representan a cada país en el que jugué, respectivamente: Grecia, Italia y España. El nombre Nicos también se debe a uno de mis héroes secretos: Nikos Gallis. Me encantaba su forma de jugar Mi hijo Nicos juega en su primer año en la universidad de Texas Southern.

¿Sigue la NBA? ¿Y a alguno de los españoles?

Sí. De los españoles el que más me gusta es Rudy. Además juega en los Trail Blazers, el equipo que me drafteó y al que más sigo. Me parece una parte más importante del equipo de lo que la gente piensa.

¿Sigue al Barça actual?

Es impresionante este nuevo Barça. Es una pena que no juegue la Final Four de Barcelona. Con Laporta de presidente, estaba más en contacto con el club. Ahora me gustaría conocer a Rosell, del que me han hablado muy bien.

Mirando hacia atrás en su carrera, ¿se arrepiente de no haber triunfado en la NBA?

No me arrepiento de mi carrera y el camino que tomé. Después de jugar en Italia pude volver a la NBA, pero no lo hice. No cambiaría nada, El Barça y la ACB son grandes.

Dicen que en sus años en Barcelona usted dijo que ganaría en un uno contra uno a Barkley­. ¿Es cierto?

Seguramente lo dijera. Ya llegué a jugar contra Barkley en mis primeros años. Charles era un monstruo. Yo le colocaría en esa dinastía de jugadores de Jordan, Magic, Drexler, Starks

Gracias por su tiempo...

(Interrumpe) Por favor, me gustaría dedicar unas palabras para el hombre que cambió mi vida... Aíto. Él creyó en mí cuando me atormentaban las lesiones. Nadie más lo habría hecho y es gracias a él que jugué tantos años en Barcelona. Le mando un saludo fuerte y cariñoso desde Jackson.