El impulso es del Madrid y el calendario, del Barça

Quedan cinco jornadas para que se termine la Liga regular de la ACB. Cinco semanas en las que Regal Barcelona y Real Madrid -igualados en la clasificación (23-6) tras la victoria blanca ante los culés- van a pelear por el liderato, un primer puesto que dará a uno de los dos la ventaja de campo en todas las eliminatorias por el título. El Barça tiene a su favor el basket-average particular, por lo que el Madrid tendrá que ganar un partido más que el equipo catalán para acabar primero.

El calendario favorece, en principio, a los de Xavi Pascual, que jugarán en casa tres de los cinco partidos que le quedan ante rivales en teoría asequibles (Valladolid, Lagun Aro y Unicaja) y tienen dos salidas aparentemente sencillas (DKV Joventut y Meridiano Alicante). Mientras, el Real Madrid tendrá que rendir tres visitas (CAI Zaragoza, Fuenlabrada y Menorca) y recibir a dos buenos equipos (Caja Laboral y Cajasol). Además, disputará entre medias la Final Four de la Euroliga (6 y 8 de mayo).

Rachas.

Pero hay que tener en cuenta el momento en el que llegan a este tramo final ambos equipos. Ahí parte con ventaja el Madrid, con una dinámica de resultados mejor y un estado de ánimo sensiblemente más positivo que el de su eterno rival. El éxito que supuso para los blancos la clasificación para la Final Four fue refrendado por el triunfo muy importante anímicamente que cosecharon el pasado sábado ante el propio Barcelona. Esta victoria fue la sexta de los de Molin en los últimos siete partidos de Liga. El Barça ha perdido tres encuentros ligueros en el mismo periodo y se ha llevado el gran palo de no poder luchar por el título de la Euroliga en su casa tras caer ante el Panathinaikos, pese a tener ventaja de cancha, encajando tres derrotas seguidas.

En cuanto a las plantillas, Navarro podría reaparecer en el Barça el domingo frente al Valladolid, mientras que Llull estará tres semanas de baja en el Madrid, que cuenta con el regreso inmediato de Sergio Rodríguez y con Suárez y Tomic crecidos. La baja definitiva de Mickeal y la discreta campaña de Ricky son un lastre para los azulgrana.