El Power Valencia renace y fuerza el quinto partido

Euroliga | P. E. Valencia 81 - Real Madrid 72

El Power Valencia renace y fuerza el quinto partido

El Power Valencia renace y fuerza el quinto partido

david gonzález

El español en la Final Four se decide el jueves en Madrid.

Lo único seguro es que sólo habrá un club español en la Final Four de los cuatro que competían en cuartos y saldrá de esta eliminatoria, que se vuelve a Madrid para un quinto partido apasionante el jueves (20:45 horas, Teledeporte­) en la Caja Mágica.

Grande el Power Electronics­ y grande La Fonteta. El equipo valenciano se levantó cuando muchos ya no lo esperaban, con 2-1 abajo en el playoff y el partido atravesado. El triunfo blanco del martes le había hecho pupa, y se vio ayer, al menos durante tres cuartas partes del encuentro.

El Madrid dominaba el ritmo con Tomic como eje del ataque (20 puntos) y Tucker resucitado (10 puntos en el segundo cuarto­). A 13 minutos de la bocina avistaba el billete para la Final Four: 49-55 tras un arreón liderado por Prigioni. Justo ahí, cuando más cerca parecía de alcanzar por fin un objetivo imposible en los últimos 15 años, se derrumbó con estrépito. Ya saben, va y viene; un nuevo capítulo de sus habituales vaivenes­, de esos que enloquecían a Messina.

De enchufado a desconectado en apenas cuatro minutos y después de un parcial sonrojante­ de 14-0 (63-55). En las tres batallas previas ningún jugador del Power había reinado en la pintura, pero un empellón de orgullo de Javtokas desequilibró al enemigo, que además se echó tierra en los ojos con varias pérdidas, justo cuando Prigioni­ se había ido al banco y Velickovic andaba en pista.

El lituano tiró de muñeca, pese a tenerla de madera, y de tiburón (el del tatuaje) para encadenar siete puntos casi seguidos que ponían en pie a la grada taronja, de nuevo con fe total en su equipo. "Sí, se podem", gritaban. El Power había vuelto por el espíritu Pesic, ese que lleva a los suyos a pelear hasta la extenuación por lo que ya no parece posible. Junto al tiburón de 2,10, un magnífico Cook. El termómetro de este Power. Cuando le brilla la calva, el rival tuerce el gesto. ¡Qué quinto partido nos espera!