Baloncesto | Real Madrid
El Madrid no mejora y se la juega en tres días
El Real Madrid encara una doble cita ante el Valencia en la Euroliga (mañana y el jueves) con la necesidad de ganar al menos un partido si quiere estar en la Final Four. Lo hace tras evidenciar ante el Gran Canaria ciertos problemas reflejados en este análisis.
Llull, problema y solución.El recurso obligado de usar a Llull como base no le funciona a Molin, que se ha visto obligado a cargar de minutos a Prigioni (135 en los últimos cuatro partidos). Llull sí que ofrece soluciones como escolta.
Atasco ofensivo.Con Molin, el ataque en estático del Madrid sigue atascado y espeso, como ya ocurría con Messina. El equipo blanco apenas busca el pick and roll (bloqueo y continuación hacia el aro) con sus pívots y abusa del tiro exterior. La pretensión es conectar más con Tomic en la pintura, pero a veces se hace de manera errónea con la consiguiente pérdida de balón, como le ocurrió a Suárez en el último cuarto ante el Unicaja.
El equipo no corre.El nuevo técnico madridista pretendía que las transiciones ofensivas fueran más rápidas, con posesiones que rondaran los 14 segundos, contando con la velocidad de Llull. Pero el Madrid apenas explota el contraataque (menos desde la baja de Sergio Rodríguez), sobre todo cuando el menorquín no está en pista. El equipo se vuelve previsible y, por lo tanto, más fácil de defender.
Falla el tiro exterior.En los últimos partidos no está funcionando nada bien el recurso del tiro exterior, un mal que ya sufrieron los blancos en algunas fases de la era Messina. Los porcentajes de triples son bajos: 6/24 (18%) en ACB ante Unicaja; 5/22 (22,7%) en el primer partido de playoff de la Euroliga ante el Valencia y 3/17 (18%) de nuevo en Liga contra el Gran Canaria, por poner tres ejemplos recientes.
Velickovic, sin sitio.Ni Messina ni Molin. Los técnicos madridistas no han encontrado un rol efectivo dentro de la rotación blanca para Velickovic, ni como tres ni como cuatro. Molin le ha dejado sin jugar en dos partidos y en el resto, la media de minutos del tercer máximo anotador de Serbia en el último Mundial es de 10,4. Begic no arranca.La participación de Begic en el juego del Madrid está siendo casi testimonial (apenas seis minutos de media). Había muchas esperanzas puestas en el pívot bosnio, pero con Messina no jugaba porque el técnico le encontraba "mal de piernas para cargar con su peso" y el sábado Molin declaro que le vio "despistado".No hay efecto Molin.La llegada de Molin no ha sido un revulsivo porque ha seguido al dedillo la obra de Messina. No es tan vehemente como su predecesor, pero eso puede ser un arma de doble filo en su relación con los jugadores. Suárez parecía distraído ante las indicaciones del italiano el pasado jueves contra el Valencia.