acb | Unicaja 69 - real madrid 68
McIntyre validó en unas décimas el efecto Garbajosa
Increíble final con tres triples en 27''. El Madrid especuló con la victoria y McIntyre dio el triunfo al Unicaja en la última décima. Garbajosa se fue como un héroe. Tucker, al hospital en camilla y con collarín.
El efecto Garbajosa que amenazaba al Real Madrid fue tan letal como el último triple de McIntyre sobre la bocina. El primero era psicológico, el segundo fue material e histórico. El partido se decidió en un minuto loco en el que se vivió un intercambio de ¡seis triples!, todos los del Madrid, de Prigioni (23 de valoración). Un hecho insólito que supera el que ya vivimos hace un par de semanas en un partido de la Adecco Plata entre el Plasencia y el Óbila, en el que se consiguieron tres triples en los últimos diez segundos. Lo de hoy, parece irrepetible. Empezó el carrusel de triples Prigioni a falta de 1:34 para poner el 59-62. Le contestó Berni Rodríguez: 62-62. A falta de 44 segundos y tras un intercambio de tiros libres, de nuevo Prigioni hacía el 63-65. Garbajosa se quitó la presión y apareció en el partido para el 66-65, a falta de 27 segundos. Estiró la posesión el Madrid y cuando quedaban 5 segundos, Prigioni otra vez acertaba de tres para el 66-68. Quedaba 1,8 segundos y la victoria era blanca, hasta que resurgió McInyre para recorrerse el campo y tirar desde su casa dando el triunfo al Unicaja, en un final de vértigo, que hizo feliz a un Jorge Garbajosa exhausto y cargado de presión por los últimos meses vividos: "Psicológicamente ha sido el partido más difícil de mi carrera".
Y es que la vida es caprichosa, mucho, por lo visto hoy. Tras dos años en la disciplina del Real Madrid, Jorge Garbajosa ha vuelto al Unicaja, donde consiguió sus dos únicos títulos ACB (2004-2006), y ha debutado con victoria precisamente contra el conjunto blanco, ya sin Ettore Messina, quien prefirió inscribir al casi inédito Mirza Begic y dejar sin ficha al de Torrejón de Ardoz, que ha tenido que buscarse la vida. Y no ha comenzado nada mal. Málaga no olvida la Copa del Rey y la ACB que Jorge Garbajosa ayudó a conseguir al Unicaja en su primera etapa y así se lo ha agradecido hoy el Martín Carpena. El Unicaja ha recobrado la ilusión, con su nuevo fichaje y con el final vivido hoy.
Garba salió a pista a falta de 3:34 para el final del primer cuarto. Ovación en el pabellón y saludos varios con sus ex compañeros. En su primer partido de verde, Garbajosa se encontró de frente ante el que apuntan, por cualidades y condición, su sustituto natural en el Madrid y en la selección: Nikola Mirotic. El montenegrino nacionalizado español no estuvo en el quinteto de Emanuele Molin, tampoco Carlos Suárez. No fue el partido de ninguno de los dos. El sucesor de Ettore Messina, que sumó su primera derrota, apostó de inicio por Prigioni, Llull, Velickovic, Reyes y Tomic. Chus Mateo eligió a Fitch, Archibald, McIntyre, Freeland y Almazán.
Una vez superada la excitación por la aparición de Garbajosa, el partido llegó al segundo cuarto con el Madrid por delante: 13-18. Pudo romper el partido el equipo de Molin, con un parcial de 0-6 en cuatro minutos liderado por Mirotic y Tomic, pero reaccionó el Unicaja con 10-0, gracias al acierto anotador de Freeland, Guillem Rubio y Fitch. Ya en el intercambio, el Unicaja se puso en varias ocasiones a un punto, pero siempre Tucker se encargaba de restablecer la distancia de tres o cuatro puntos con la que había vivido hasta el momento el Madrid. En el último minuto, un triplazo de Brakney puso el 32-32. Era el preludio de lo que luego pasaría al final. Esta vez Tucker falló en la réplica.
Repasando las estadísticas en el parón, preocupaban en el Madrid las tres faltas de D'Or Fischer (4 de val. final) y la baja incidencia de Llull (-5 de val. final) y de Sergio Rodríguez (-3 de valoración), que no volvió a salir debido a una contractura en el cuadriceps de la pierna izquierda. Fitch fue el mejor en el primer tiempo con 12 puntos, seguido de Tomic, con 8. Garbajosa, que había disputado 5 minutos, permanecía con cero puntos (0 de 1 en tiros de 2) y -2 de valoración. Tampoco estuvo muy acertado en este tiempo McIntyre: 2 puntos. Ambos serían decisivos al final.
A falta de 6:27 minutos para el final del tercer cuarto saltó la alarma. Se paró el partido con Clay Tucker en el suelo, inmóvil. El '24' del Madrid chocó de espaldas con Archibald, que buscaba el bloqueo, y cayó inmóvil. Salió 'encamillado' y con collarín del pabellón. Posteriormente fue trasladado al Hospital Clínico de Málaga. Con ésta y la de Sergio, Molin ya tenía dos bajas inesperadas y la postre, decisivas.
En el desconcierto por el susto de Tucker, su ex compañero Garbajosa se estrenó de verde con una canasta de dos a falta de 3:35 para el final del tercer cuarto. Pero era Fitch (23 de val. final) el líder de la resistencia. A pesar de sus seis puntos en este cuarto, el estadounidense no evitó que el Madrid se fuera al definitivo con ventaja: 40-46, gracias a un par de buenas acciones de Velickovic y Mirotic.
Se durmió el Madrid
Esa distancia, ampliada a ocho, parecía el principio del fin para Unicaja. En seis minutos, el parcial era 2-4. Se consumía el tiempo y el Unicaja era incapaz de dañar a los blancos, a los que les valían las acciones de Sergi Vidal y Velickovic. Perdonó el Madrid desde el perímetro y a falta de 2 minutos Fitch y Berni Rodríguez dinamitaron el encuentro ante la especulación blanca en ataque (6 de 24 en triples) y se pusieron por delante con un par de triples. De inmediato, Prigioni hizo el silencio con otro 'de tres' en unos instantes de locura. Nada, con lo que luego acontecería.
A falta de 5.5 segundos, el marcador era 55-55, con Tomic en la línea de tiros libres. Acertó el croata. Última posesión para el Unicaja, con Garbajosa en pista: 'canastón' de Freeland y tiempo muerto del Real Madrid, que tenía a Lllull, el gran especialista, eliminado. Carlos Suárez se la jugó en una extraña estrategia y el partido se fue a la prórroga, donde se vivió el trepidante desenlace ya contado, que deja al Unicaja en puestos de playoff y al Madrid tocado por su propia indolencia y más lejos del Regal Barcelona.