"Jordan es el número uno y Kobe Bryant, el uno bis"

A qué se dedica desde que se retiró en 2004?

Participo en obras sociales con niños en California y entreno al equipo de mi hija de 12 años. Entre eso y ser embajador de la NBA me mantengo ocupado.

¿Sigue la actualidad?

Soy un fan tremendo de la liga. La mayor parte de mis tardes consisten en sentarme en el sofá y ver a los jóvenes talentos: Blake Griffin­, Rose, Kevin Love, Wade, LeBron... ¡Son la bomba!

¿Y qué le parecen los jugadores españoles?

Son muy buenos. Pau Gasol es fantástico, pero he de reconocer que mi debilidad es Rudy Fernández, que defiende, asiste, mata y cuando se le antoja puede meterte seis triples. En cuanto a Marc, lo mejor está por llegar. Cuando Memphis le involucre más en ataque lo veremos. Me falta alguno, ¿verdad? Ah, sí, Calderón. Un base muy inteligente, diferente a los demás.

Usted ganó tres anillos con Jordan en Bulls y uno con Kobe y Shaq en Lakers, ¿cuál fue el mejor jugador de sus tiempos?

Luc Longley (pívot australiano de los Bulls en los noventa)... No, hombre, Michael Jordan es el número uno. Me da pena que la afición no pudiera ver cómo entrenaba: era bárbaro. Nunca vi algo igual. Aunque, cuidado, para mí Kobe es el siguiente en la lista y no me gusta considerarle el segundo mejor. Diría que es el número uno bis. Si los Lakers repiten título este año, Kobe será el mejor junto a Michael.

¿Considera a Jordan el más grande de la historia?

No puedo decir que sea el mejor de todos los tiempos porque antes de mi era hubo gente como Oscar Robertson, maestro del triple doble, o Jerry West.

Este parece el último año de Phil Jackson en el banquillo...

(Interrumpe). En este tema sí puedo proclamar a alguien el mejor de todos los tiempos. Phil es y será el mejor. Sin lo que me enseñó, no hubiese triunfado.

Se hace extraño verle sin las gafas con las que jugaba...

(Risas). Está claro que las gafas eran mi sello. Lo disfruté mucho, me daban un toque de individualidad y muchos padres me daban las gracias por animar a sus hijos a utilizarlas.

Y ahora, ¿usa lentillas?

No, no. Nunca las he usado, me da fobia imaginar mi enorme dedo intentando colocarlas (risas). Tras retirarme opté por operarme de la miopía.

El basket reina en su familia.

Mi sobrino Jerai juega de pívot en la universidad de Clemson y le va bien. Veremos si puede dar el salto a la NBA o no. Mi hermano gemelo, Harvey (también ex de la NBA), estuvo en los Wizards como entrenador adjunto y dirige ahora a la universidad de Hampton (Virginia).

¿Cuál fue el momento más feliz de su carrera?

El día que me drafteó Chicago y compartirlo con mi gran amigo Scottie Pippen. Ese vínculo nos unió el resto de nuestras vidas.