GRAN CANARIA 78-ESTUDIANTES 67 | ACB
El Gran Canaria se reivindica en un final de infarto
El Gran Canaria 2014 compensó sus carencias en la pintura con un demoledor juego exterior que terminó por hundir al Asefa Estudiantes en la siempre complicada guarida del Centro Insular de los Deportes (78-67).
Los 23 puntos de Carroll, conjugados con los 16 de Green, sirvieron de argumento a los canarios para no renunciar al objetivo de entrar en la fase por el título pese a la titánica oposición del pívot Caner-Medley (24 puntos y 8 rebotes).
En un arranque cargado de alternativas, los amarillos minimizaron la superioridad en la pintura de Caner-Medley (9 puntos y 3 rebotes en el primer asalto) y Asselin, sacando a relucir su arsenal exterior, con Beirán y Green de protagonistas (11-10).
En el ecuador del primer cuarto emergió la figura de Welsch, que sirvió de comodín en la pizarra de Luis Casimiro (6 puntos casi consecutivos). Con ello vino un pequeña pájara de los insulares, que permitió a los del Ramiro cerrar el periodo inicial con un elocuente 13-17.
A falta de parches interiores, el Gran Canaria siguió el segundo cuarto del acierto de Bramos y Moran mientras Caner-Medley destilaba todo su repertorio ofensivo ante su antigua afición (24-28). Pese aque los porcentajes de tiro colegial empezaron a resentirse, Caner-Medley asumió todos los galones (23 puntos al descanso) para impedir cualquier tipo de reacción de los pupilos de Pedro Martínez (31-37).
A la vuelta del túnel de vestuarios, un arreón forjado por Carroll y Beirán (12 puntos entre los dos) permitió equilibrar la balanza en el electrónico (45-45). A partir de ahí, el rebote se convirtió en una anárquica lotería en la que repentinamente el Estudiantes se había visto bloqueado. De hecho, una bandeja de Bellas escenificó el cambio de escenario en un más que efervescente choque (53-51).
En el último cuarto, Nelson capitalizó el protagonismo en las huestes amarillas mientras Asselin tomaba el relevo de Caner-Medley en el engranaje estudiantil. Un triple de Carroll volvía a dar oxígeno al Gran Canaria (65-62), obligando a los de Casimiro a ir a remolque en una de las pistas más calientes de la ACB.
Pese a los puntos de Granger y Caner Medley, el base norteamericano Taurean Green asumió en los compases finales la batuta del partido con dos triples de infarto que terminaron por noquear a los madrileños.