El Ciudad Ros Casares encarriló hoy su clasificación para los cuartos de final de la Euroliga femenina de baloncesto, al imponerse en el primer partido de su eliminatoria de octavos ante el MKB Euroleasing Sopron, que le complicó mucho el encuentro en la primera parte pero que diluyó su resistencia en la segunda.

Al equipo de Jordi Fernández le costó imponer su ritmo en la primera parte y una defensa zonal del equipo húngaro acabó de mermar su confianza pero en la segunda mejoró su actividad defensiva y neutralizó por completo el ataque del conjunto visitante. El próximo viernes el equipo español visitará al Sopron en un encuentro en el que puede finiquitar su clasificación pero que afrontará con la tranquilidad de saber que en el caso de que se hubiera de disputar un tercer choque, sería de nuevo en Valencia.

Una dura falta de Colleman a Katie Douglas a los pocos segundos de comenzar el encuentro marcó el inicio del choque. La escolta estadounidense, con un esguince en el tobillo, ya no pudo jugar en todo el primer cuarto y Lawson hubo de asumir la responsabilidad ofensiva. Lo hizo con acierto y dio a las locales las primeras ventajas al anotar 13 de los primeros 20 puntos del conjunto valenciano (20-14, m.7).

Esa pequeña ventaja dio confianza al Ciudad Ros Casares para aumentar la intensidad defensiva y aumentar su ventaja al contraataque pero el técnico del Sopron reaccionó y estableció una defensa zonal que nubló las ideas de las locales, que sufrieron los bajos porcentajes de tiro de la ''tocada'' Douglas y de Sonia Reis, que debutaba oficialmente con su nuevo equipo (30-28, m. 14).

El equipo valenciano ya no recuperó la claridad ofensiva en lo que restaba del segundo cuarto y el duelo anotador entre Brunson y Colleman mantuvo la igualdad en el marcador. Sólo una canasta con tiro adicional de Lawson en los últimos segundos de la primera parte permitió al Ciudad Ros Casares llegar al descanso con una mínima renta (44-38, m.20).

El equipo de Jordi Fernández regresó a la pista con más intensidad que su rival pero de nuevo su bajo porcentaje de efectividad lastró su recuperación y sólo Brunson encontraba el camino al aro. Eso sí, su mejoría defensiva fue complicando poco a poco los ataques del equipo húngaro y eso le permitió volver a conseguir canastas más sencillas en transición y abrir hueco en el marcador (62-44, m.26).

La falta de puntería visitante se incrementaba conforme pasaban los minutos y el Sopron sólo pudo anotar seis puntos en todo el tercer cuarto. Su sequía aún se extendió los primeros minutos del último cuarto y aunque también el Ros Casares se contagió de nuevo de esa falta de efectividad, el triunfo ya estaba encarrilado.

Pero el equipo valenciano, pese a los problemas físicos de Douglas y de Laia Palau, no bajó el pistón y con los puntos de Vesela, Marta Fernández y Nuria Martínez amplió su ventaja hasta acercarla a los treinta puntos.