Estudiantes sigue vivo pero no depende de sí mismo

El Asefa Estudiantes perdió en su visita a Salónica ante el PAOK, por 77-72, pero sigue con vida en Europa aunque ya no depende de sí mismo y necesita ganar, en la última jornada, al Chorale Roanne francés en Vistalegre y que el equipo griego pierda en su visita al Benetton en Treviso. El equipo colegial salió muy enchufado al partido y consiguió un marcador de 3-10 en los primeros compases del juego, pero ahí se acabó el juego del equipo estudiantil, que recibió un parcial de 9-0 y el PAOK tomó ventaja en el marcador, 12-10.

Con Papadopoulos controlado, los problemas llegaron para los madrileños vía faltas personales y antes de acabar el primer cuarto tanto Asselin como Caner-Medley tuvieron que ir al banquillo al cometer dos. El PAOK fue aumentando paulatinamente su ventaja con Papadopoulos bajo el aro y con Marshall, Dozier y Gray aportando puntos desde el perímetro hasta llegar al descanso con once de ventaja, 40-29, la misma diferencia por la que los griegos perdieron en la primera vuelta en Vistalegre.

El Estudiantes acusó la falta de acierto en el tiro exterior y la falta de anotadores. Ellis no logró ningún punto, y Caner-Medley y Jasen sólo dos cada uno en los primeros veinte minutos de juego. Después de haber ido perdiendo por trece puntos (51-38, min.24) y de ver el futuro muy negro, el Asefa Estudiantes resucitó de la mano de un inspirado Daniel Clark y de una mejor defensa para ganar el tercer periodo por 17-27 y afrontar los últimos diez minutos de juego sólo un punto abajo, 57-56.

El último periodo fue un auténtico tobogán para los colegiales, que perdían por 8 puntos (66-58, min.33) y por sólo uno (67-66, min. 35,20). Al final, el 77-72, permite al Estudiantes seguir vivo en Europa aunque no dependen de sí mismo.