El equipo ruso sólo había ganado un choque antes de este encuentro pero supo jugar con la ansiedad de las locales y alimentado por los puntos de Tina Charles consiguió un triunfo que impidió que las locales certificaran matemáticamente su presencia en la segunda fase.
El choque comenzó, como si se tratase de una reedición del encuentro de ida, con un duelo particular entre Rebekkah Brunson y Charles. Las pívots estadounidenses alimentaban los marcadores de sus equipos y las fuerzas parecían igualadas (21-21, m.10).
Las jugadoras locales trataron de romper el choque con tiros exteriores pero erraron sus ocho primeros triples, perdieron la confianza y el partido entró entonces en un desesperante intercambio de errores e imprecisiones. Cada fallo local era compensado por otro visitante y ninguno de los dos equipos pudo anotar en los últimos cinco minutos antes del descanso (31-30, m.20).
Tras el paso por el vestuario la sequía aún se prolongo un minuto más pero afortunadamente el partido volvió a arrancar y lo hizo de la mano del Ciudad Ros Casares. Marta Fernández rompió la maldición desde la línea de tres puntos y, poco a poco, con sus puntos, los de Katie Douglas y una buena defensa, las locales parecieron despegar (51-44, m.27).
Cuando peor pintaban las cosas para el conjunto visitante, apareció Veremeyenka para acompañar a Charles en la faceta anotadora del equipo ruso. Su racha anotadora coincidió con una rotación que volvió a cortar el ritmo del conjunto local que vio como el equipo ruso le daba la vuelta al encuentro (58-61, m.32).
Al Ros Casares le entraron las prisas y el Orenburg lo aprovechó. Bien dirigido por Hammon, ex del conjunto valenciano, el equipo ruso volvió a explotar el potencial de anotador de Charles, que se hizo la dueña de ambos tableros y agujereó por completo la desquiciada defensa local (67-78, m.37)
El equipo de Jordi Fernández hizo un último intento pero con más ganas que ideas y la tranquilidad de Hammon, los puntos de Ovcharenko y dos tiros libres de Christon en los últimos segundos permitieron al Nadezhda conseguir una valiosa e inesperada victoria.
