El DKV muere en la orilla ante un Madrid que sesteó

ACB | DKV 64 - REAL MADRID 72

El DKV muere en la orilla ante un Madrid que sesteó

El DKV muere en la orilla ante un Madrid que sesteó

El Madrid fue un ciclón en la primera mitad, pero se durmió en la segunda y estuvo a punto de pasar apuros para ganar al DKV. Felipe Reyes pasó a Orenga en la tabla de máximos reboteadires y se cuela en el cuerto puesto. El Real Madrid consigue su triunfo 800 en ACB y el DKV sufre su primer tropiezo en casa de la campaña.

El Real Madrid se acuesta líder de la tabla tras vencer al DKV en un partido bipolar de los madridistas (64-72). Tras una primera parte ciclónica, donde dejó con 20 puntos a un equipo que promedia 81 por partido, el Madrid levantó el pie del acelerador y el DKV, de la mano de Hosley, se mantuvo con vida pero acabo muriendo en la orilla. Sin apenas 48 horas para descansar, el Madrid triunfa en una cancha complicada (nadie había ganado en el Palau Olímpic esta temporada) y sella su victoria 800 en ACB. Hemeroteca aparte, el Madrid también avanza en tareas defensivas. Hoy sólo encajó 64 puntos ante un rival anotador.

Uno de los partidos más repetidos en la historia de la ACB (158) comenzó con alteraciones inesperadas. Pepu, por primera vez en la temporada, varió el quinteto inicial con Pere Tomás y Dmitri Flis. Messina premió el palmeo de Fischer en Euroliga para otorgarle la titularidad en el Palau Olímpic. Las probaturas engranaron mejor en el conjunto madridista, dominador claro en los primeros minutos del partido gracias a la efectividad de Felipe Reyes y la organización de Sergio Rodríguez, director de orquesta del equipo blanco. La superioridad del Madrid se plasmó con un parcial inicial de 0-13. La primera canasta de la Penya llegó al séptimo minuto con un triple de Hosley. El duelo de camisetas cambiadas entre los dos ex tuvo la réplica de Tucker en la siguiente jugada con otro triple.

Ante el barrido madridista, Pepu Hernández se vio obligado a pedir tiempo muerto para abrir las mentes de sus jugadores, mientras miraba de reojo al banco en busca de un revulsivo. No dio con la fórmula y el equipo madrileño se escapó al término del primer cuarto (5-22) con dos palmeos de Ante Tomic. El banco madridista si respondía.

El DKV sufría horrores en defensa y estaba descentrado en ataque. El Madrid, sin correr más de lo necesario, fustigaba al conjunto catalán con latigazos de Llull desde la línea de tres. El balear, con dos triples seguidos (12-30), apagó el fuego iniciado por Trías, que con cinco puntos consecutivos despertó a la grada. Antes del fuego, las chispas saltaron por culpa de Velickovic y Norel. Ambos se enzarzaron por un tapón del madridista y se saldó con dos antideportivas.

El ecuador del partido se presentó en Badalona con el mismo tono que el final del primer cuarto, con un Madrid ciclónico (20-44). Llull alimentó la guerra de triples hasta el descanso, tres de cuatro intentos. Con este panorama, el DKV Joventut debía reaccionar pronto o el Madrid, a poco que pisara el acelerador, se iba a volver a la capital con una placentera victoria 800 en la ACB.

Resurrección del DKV

Mientras Felipe Reyes superaba a Orenga en la tabla de máximo reboteadores con 2.934 al inicio del tercer cuarto, el DKV enderezaba su rumbo, promovido por un Alley Aloop de Jelinek. Si el DKV sólo fue capaz de anotar 20 puntos en la primera parte, en el tercer cuarto los catalanes doblaron la marca (42-59).

La desventaja todavía era notable pero los mordiscos del DKV infectaron al Madrid. Las orejas de Messina se levantaron y pidió un tiempo muerto para transmitir la realidad a sus jugadores. "Tenemos cara de miedo y son ellos los que tienen un problema", dijo el técnico madridista. El DKV remaba convencido de sus posibilidades y se acercó hasta los nueve puntos de desventaja pero finalmente murió en la orilla porque el Madrid mantuvo la cabeza fría y supo administrar una ventaja que le deja provisionalmente en lo más alto.