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Sergio Scariolo

"Aún no toca relevo, el futuro es ilusionante"

Primera nieve del año en Moscú. Sergio Scariolo, entrenador del Khimki y seleccionador nacional, la ve caer en su casa del exclusivo barrio de Jukovka. Desde allí, hace autocrítica para AS pero sobre todo mira al futuro. Su ciclo debe llegar a Londres 2012. Y con los de siempre.

Scariolo
rodolfo molina

Un mes después, ¿qué le queda del Mundial?

La sensación de que no cumplimos con el objetivo. Pero creo que perdimos como se tiene que perder. Sin un mal rollo, sin polémica, sin confusión de roles. Con lealtad. Y cuando se pierde, eso no es fácil.

¿Es verdad eso de que ya no hay 'feeling'?

Yo no sé de feeling, no sé ni qué quiere decir eso. El equipo perdió jugadores por el camino y algunos llegaron mal físicamente. Bajamos el pistón defensivo.

¿Qué se reprocha?

Creo que como entrenador tenía que haber mirado menos el cruce y haber encarado con más humildad el partido a partido en la primera fase. Y también debí llevar un tercer base experto a la concentración como invitado. Respeté sus carreras. Las lesiones de Calderón y Llull, que estuvo al 30 por ciento en el Mundial, demostraron que me equivoqué. Va en mi bagaje. Pero me sirve para ver el futuro con ilusión.

Casualmente, España no ha subido al podio en 2005 ni en 2010, las dos veces que no ha ido Pau Gasol... ¿Nos creemos más de lo que somos?

Haciéndolo muy bien, podíamos haber subido al podio sin Pau. Pero por encima de eso, siempre recuerdo una frase de un jugador muy importante. Me dijo: 'Parece que en el minuto 5 hay que ir ganando por 15'. Así es difícil.

¿Este era un Mundial más de entrenador que el Eurobasket? Por lo que determina Pau, se entiende.

No. Un equipo es de los jugadores. El entrenador está para ponerse en un rinconcito cuando gana el equipo y para asumir la responsabilidad cuando las cosas salen peor. Internamente hay variables, pero fuera la responsabilidad es mía.

Usted no es de nombres propios pero... ¿le decepcionaron Marc y Ricky o no estaban preparados aún para el liderazgo que se les pedía?

A mí me decepciona un jugador por falta de compañerismo y ellos son compañeros. Las expectativas son subjetivas. Y Ricky parece que cada día tiene que ser algo mejor. A este paso en enero será el mejor del mundo... Y a Marc la gente le ha mirado el apellido. Y Marc no es Pau. Marc es Marc, un gran jugador. Pero al que no se puede juzgar por el hermano.

La FEB le ha pedido un informe..., ¿es el momento del relevo definitivo?

Rotundamente no. Esta generación está preparada para llegar al completo a los Juegos de Londres. Cuando llegué, la FEB me pidió que ganásemos el primer Eurobasket de nuestra historia y una medalla en los Juegos. Hemos fallado en el Mundial sí, que ha sido decepcionante, pero el futuro lo veo con ilusión.

¿Falló con Carlos Suárez?

Agradezco la sinceridad con la que Carlos lo ha explicado. Su situación contractual no estaba clara. Él empezó bien la concentración pero perdió tranquilidad. Además, sabíamos que se iba a alargar... Mumbrú y San Emeterio fueron a más y opté por ellos. Me alegro de cómo ha empezado Carlos la temporada. Va a ser un jugador muy importante en la Selección.

¿Está cansado de esperar hasta el final de temporada para saber qué jugadores puede llevar?

Un jugador se puede lesionar en el último partido del playoff­. Nos encantaría pero hay que contar con eso.

¿Siente el mismo respaldo de la FEB que cuando llegó?

Cuando yo llegué, además de los objetivos deportivos, una de las aspiraciones era iniciar una etapa de armonía jugadores-seleccionador-FEB, porque en los años anteriores se había producido alguna fricción­. Eso ha sido así y estoy orgulloso. Es una utopía que todos pensemos igual pero la relación de respeto, confianza, cohesión y armonía que ha habido continúa. Independientemente de los resultados, eso es lo que me hace ver con buenas perspectivas el futuro.

¿Ha hablado con los jugadores después del Mundial?

Con algunos he intercambiado algún mensaje de texto. También he leído sus declaraciones, un ejemplo de lealtad y coherencia. De saber tener grandeza. Estoy orgulloso del compromiso común.