Baloncesto | Mundial Femenino | España 70 - EE UU 106
Una sensacional EE UU no dio opción al milagro
Lyttle y Valdemoro no forzaron pensando en hoy
Estados Unidos ha ganado el Mundial en siete ocasiones y sumará la octava esta tarde. Lo hará porque cuenta con una base como Sue Bird, capaz de imprimirle al partido el ritmo que ella quiera; con una Silvia Fowles que seguramente sea junto a Jackson una de las dos mejores pívots en activo, y porque está la jugadora capaz de marca todas las diferencias: Diana Taurasi. Si a ellas se suman Catchings, McCoughtry... ¿qué ocurre? Que tienen el oro en el bolsillo.
Las americanas lo dejaron claro desde el principio con un parcial de 11-1. Primer aviso. Lima, que ayer tenía el papelón de sustituir a Sancho Lyttle, se borró pronto del partido al cometer su tercera personal en sólo dos minutos. Salió Pascua, pero la superioridad norteamericana en el poste bajo seguía siendo escandalosa y Luci tampoco tardaba en cargarse de personales (cuatro en el tercer cuarto). El susto lo dio Valdemoro tras una aparatosa caída, pero la madrileña calmaba las alarmas al volver a pista antes del descanso. En la segunda parte no forzó. No había nada que hacer y el bronce, la verdadera final para España, se juega hoy.
Reivindicaciones.
"No necesitamos los puntos, así que a defender. Quien haga un tiro en suspensión, se sienta", avisaba Auriemma, que parece haber aprendido bien de su predecesora en el banquillo, la teniente Donovan. Con el partido rozando la barrera de los 30, llegaron las reivindicaciones. La de Marta Fernández, que demostró todo su descaro en su mejor partido en la República Checa, o de las que vienen pisando fuerte como Nicholls, Torrens o Cruz.
Fue un guerra desigual, entre dos galaxias completamente diferentes. La Selección española ha dado un paso al frente en este Mundial, pero aún debe mirar para arriba cuando se enfrenta a un equipo como EE UU porque ellas sí son el verdadero dream team en baloncesto femenino.