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Baloncesto | NBA

LeBron entra en la lista de los más odiados

Pasa de ser el segundo deportista más querido al sexto que menos

<b>AMIGOS EN MIAMI. </b>Wade, Bosh y LeBron son íntimos desde los Juegos 2008 y fantaseaban con firmar por el mismo equipo cuando quedaran libres en 2010. Al final lo han hecho.
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En enero, con sus Cavs dominando la NBA y soñando con su primer anillo, LeBron James era el segundo deportista más querido de EE UU, sólo por detrás de su referente, un tal Jordan. Hoy, tras un nuevo fiasco en los playoffs y su fea marcha a Miami, es el sexto más odiado. Así lo revela un estudio de Q Scores cuyos datos son demoledores para el ego del autodenominado The Chosen One (El elegido): el 39% de la población tiene una percepción negativa de él por sólo un 14% de incondicionales.

Estos datos le sitúan en una compañía complicada. Por delante de él en la lista están un quarterback que ha cumplido condena por organizar peleas de perros (Vick), el protagonista del affaire sexual del año (Tiger), dos insoportables receptores con alma de prima donnas (Owens y Ochocinco) y Kobe, cuyo árido carácter y aquel escándalo en Colorado le convierten en perpetuo enemigo público fuera de Los Ángeles.

El origen de la ola antiLeBron­ está en la vergüenza pública que supuso para Cleveland la decisión de su estrella de anunciar en televisión, en directo y para todo el país, que dejaba el equipo de su estado natal para unirse a sus amigos Wade y Bosh en la soleada Miami.

Desde entonces, las críticas no han cesado. Ayer mismo, Mark Cuban, el multimillonario dueño de los Dallas Mavericks, acusó a LeBron de protagonizar "la mayor humillación pública de la historia". Y la santísima trinidad de la canasta (Magic, Bird y Jordan) coincidieron en acusarle de falta de ambición y de tomar la salida fácil al unirse a dos de sus grandes rivales en lugar de intentar batirles. Pese a todo, su nueva camiseta de los Heat es la más vendida y no ha perdido ningún contrato publicitario. Pero algunos expertos ya auguran que, si no responde con una temporada espectacular, su trono se tambalea ante el ascenso de Kevin Durant.