Los jugadores de Turquía son ya ídolos en su país tras llegar a la final de 'su' Mundial y ceder sólo ante el poder de la selección de Estados Unidos, a la postre nueva campeona del mundo. El éxito del campeonato ha impactado en todos los niveles y en Turquía ya se habla de unos beneficios derivados de él de unos 160 millones de euros.

Los jugadores de Turquía, principales responsables de la locura vivida en el país en las últimas semanas, no se van a quedar al margen de semejante bonanza y van a recibir unas primas absolutamente estratosféricas por su medalla de plata: un millón de dólares (770.000 euros) y un apartamento de lujo por cabeza. A eso hay que añadir otros regalos, como la entrega de monedas de oro por parte del gobierno turco. Sin embargo Turkoglu, la gran referencia del baloncesto otomano, ha asegurado que los regalos no son lo más importante de la experiencia vivida: "lo material es secundario para nosotros, nos quedamos con el apoyo espiritual que todo el mundo nos ha dado".

Para calibrar la magnitud de la prima que recibirán los turcos bastan un par de ejemplos: cada jugador de Lituania recibirá unos 4300 euros por su medalla de bronce. Y en los Juegos de Pekín, la prima por la medalla de plata a los jugadores de la selección española fue de 120.000 euros por persona.