Navarro enciende la luz

Como una emboscada o explosión súbita en plena ruta, el triple de Teodosic cerró a España la senda del podio. Pero no derrumbó la integridad de la Selección. Ante Eslovenia, España aún caminó en el primer tiempo bajo los efectos del mazazo serbio, pero luego recuperó el pulso con trazos brillantes: el pincel lo manejaba el artista al que el mundo conoce como Juan Carlos Navarro.

Pincel o guía, la Selección ya puede encomendarse a Navarro (y su espalda) para varias cosas: por supuesto, para que mantenga su compromiso: como ya hace. Y, más allá, para que Juan Carlos analice, precisamente él, con su formidable amigo Pau Gasol las perspectivas de futuro cara a los Juegos de 2012, en Londres: que dependen bastante del Eurobasket de 2011, en Lituania.

Si España no juega la final de ese Eurobasket lituano, sólo podría clasificarse para Londres tras un Preolímpico fortísimo entre junio y julio de 2012. Navarro, apóstol del equipo que ha venido a Turquía, puede ir debatiendo esto desde ya con Pau Gasol, sumo sacerdote de los Chicos de Oro que ahora predica en la NBA.

En el minuto 25, Eslovenia aún dominaba por 49-53 a una España que iba sacudiéndose la espesura inicial (16-23). Justo ahí, apareció Navarro, una centella o lluvia estelar. Desde el 49-53, España empató a 58: nueve puntos seguidos de Navarro en tres minutos, del 25 al 28. Pero en el minuto 31, España ya vencía con cierto margen: 66-62. De los 17 puntos españoles que iluminaron esos seis minutos decisivos, 15 llevaron la firma de Navarro, el artista: triples, arabescos de dos puntos, tiros libres la inspiración general. Rudy y Fran Vázquez (16 puntos cada uno) y Felipe Reyes (diez rebotes) siguieron el camino triunfal iluminado por Navarro y sus 26 puntos totales.

En el último cuarto, Eslovenia se aburrió y desplomó, pese a la finura elástica de Dragic (19 puntos): 97-80 para España, que mañana juega por el quinto puesto a la hora del almuerzo, con la integridad a salvo. Lo de Londres 2012 ya es otro tema.