España mira al podio

Las joyas de Topkapi, el palacio de los sultanes otomanos, están colgadas sobre el Cuerno de Oro, a poquísimos kilómetros del mastodóntico Sinan Erdem Dome. Pero en el Dome, extraño coliseo para 16.000 espectadores, se lucha a muerte por otro tipo de joyas: las medallas del Campeonato Mundial de Baloncesto.

En Sinan Erdem comienzan hoy los cruces de cuartos de final, la antecámara del podio mundialista. Y España, en el primer día de estos cruces, combate ante Serbia (17:00 horas) por otra victoria histórica: si la Selección campeona del mundo tumba a la nueva y talentosa escuadra serbia, España estará, literalmente, rozando con las yemas de los dedos las joyas del Sinan Erdem: las medallas.

Para España, se trata de un partido de confirmación definitiva. Para Serbia es, al margen del podio, el día de la revancha. Como sugiere su gran estrella, el rudo pívot NBA Nenad Krstic, la cita trae como un aire de predestinación para los serbios, que sueñan con el desquite de la paliza que se llevaron en la final del Eurobasket polaco de 2009.

Ante Croacia, en octavos, Serbia sobrevivió por un solo punto, bajo sus nervios y la agresividad croata. Ese día, Serbia era favorita. Ahora, su entrenador, Dusan Ivkovic, viejo y duro zorro de 66 años, ha optado por traspasar la presión y declara: "España tiene mejor equipo y es favorita".

Pero en el entrenamiento serbio de ayer, la tensión se cortaba con un cuchillo. Era masticable: Dusan Ivkovic se enfrentó a cajas destempladas y a grito pelado a un equipo de TVE que había tenido la osadía de grabarle ya en la puerta del gimnasio Ahmet Ólmert, a entrenamiento finalizado. "No me grabéis, no soy un actor ni un personaje que sirva de distracción, sólo soy un entrenador de baloncesto", explotó Ivkovic. Toda esta tensión se esconde bajo los movimientos serbios.

Están todos.

Scariolo podrá contar con sus escudos nucleares, Felipe Reyes y Marc Gasol, aunque habrá que ver cómo llevan las secuelas de sus problemas: contractura cervical (Reyes) y amigdalitis (Gasol). Ivkovic apunta a otras dos amenazas españolas: Navarro y Rudy, al que en estos días va ofreciendo Portland por media NBA. Serbia, o sea Ivkovic, quiere salir con la mente fresca y exponer su crudo talento joven en busca de las medallas y de la soñada revancha. El ladino Teodosic, el tirador Rasic y los gigantes Krstic y Perovic son las cabezas atómicas del arsenal de Ivkovic. Scariolo ordena a Marc Gasol, Felipe Reyes, Navarro, Rudy... y un bloque lleno de experiencia. Hay más. Esta joven Serbia se cruza con un campeón que llega a la antecámara de su trono. España, que mira al podio.