Reyes regresó a Turquía y jugará contra Serbia

Las torres de Sergio Scariolo se tambalearon, pero ya están otra vez en pie. Felipe Reyes aterrizó ayer en Estambul pasadas las cuatro de la tarde (una hora menos en España). Cogió un taxi y, junto a Martín Caño, jefe del equipo, se trasladó al Abdi Ipekçi Arena, donde los internacionales se ejercitaban en ese momento. Reyes se levantó el domingo con un fuerte dolor de cuello y decidió aprovechar el día de descanso de la Selección para viajar a Madrid a ver a su médico de confianza, José Fabregat.

"Estaba bastante asustado porque me dolía mucho y sabía que las otras veces que me había pasado algo por el estilo, estuve una semana o semana y media con muchas molestias. Si no iba a Madrid peligraba el Mundial o, como poco, el partido ante Serbia y, por eso, estaba preocupado", explicaba Reyes, que ayer ya tenía mejor cara. "Fue un viaje relámpago, pero me dio tiempo a estar en casa descansando y recargando pilas. No es nada grave, sólo fue una sobrecarga por los movimientos bruscos y los golpes que me llevé en el partido ante Grecia. Nada más. Me infiltraron y me sentí mucho mejor".

Optimista.

De todas formas, el pívot cordobés, vestido con pantalón vaquero, no se ejercitó aunque tiene previsto reincorporarse a los entrenamientos esta tarde. "La mejoría en estos dos días ha sido muy buena y, según las previsiones, va a ir a más. Creo que estaré ante Serbia y espero hacerlo al cien por cien. Por eso estoy contento".

Marc se entrenó con amigdalitis

sin hora. Lo más probable es que España juegue a las 17:00, pero no es aún oficial.