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Baloncesto | Mundial 2010 | El cuaderno de Antoni Daimiel

Una Selección con fortaleza mental

Antoni Daimiel
<b>HAN VUELTO. </b>Ricky, Garbajosa, Marc y Llull celebran el pase a cuartos tras un gran partido de España.
rodolfo molina

Rectificaciones.No sólo era verdad eso que dicen los jugadores. Sí, el Mundial empieza ahora, en las eliminatorias. Pero es que además lo que parecía que estaba peor ahora resulta ser lo mejor. Las decisiones de Scariolo y los parciales a favor de España con los suplentes en pista acabaron con Grecia, como si esta nuestra Selección tuviera tiempo y recursos para, a la vez, ganar partidos y callar bocas. Scariolo gestionó con destreza la defensa zonal que le sacó los colores a los griegos y manejó con habilidad de artesano la oportunidad de los tiempos muertos, la rotación y las mezclas. El banquillo pasó de ofrecer tan pocas opciones como un videoclub un domingo por la mañana a protagonizar a favor de España dos parciales definitivos: 17-8 en la primera mitad y 20-8 en la segunda.

Desparpajo y desenvoltura. Esta Selección es quizás el representante más auténtico y evolucionado de la fortaleza mental que está detrás de tantos éxitos recientes del deporte nacional. Su confianza en sí mismos debería estudiarse en las facultades de Psicología y exportar tantos expertos en la materia como enfermeros enviamos a Reino Unido y Portugal. La decisión y el atrevimiento natural de jugadores como Ricky, Navarro y Rudy se vio reforzada por el credo y la voluntad intervencionista de otros como Raúl López, Llull, Mumbrú y Vázquez, suplentes ideales y poco habituales, de esos que no aspiran a la titularidad. La composición química de insolencia reducida al 50% con destreza lleva un lustro ya esparcida en ese vestuario.

Estilo que gusta, gana y es nuestro. El principal objetivo era tomar la ventaja en el marcador, y en esos momentos, hacerlo cuanto antes. Grecia quiere jugar lenta y segura, controlando, bajo el estilo marcado y ganador del Panathinaikos. España quiere jugar rápido, haciendo de la sorpresa en el juego un recurso constante, el estilo que mejor se adapta a las condiciones de nuestro perímetro titular. El modus vivendi de Grecia sólo sirve a partir de tener la ventaja en el marcador, para matar lentamente, pero no es eficiente si tienes que defenderte en un callejón sin salida o tienes que remontar. Si avanza el partido y sigues por debajo en el marcador esta técnica acaba convirtiéndose en un enredo, una malla que no te deja escapar.

Serbia. Remontar y desdecir sabe tan bien que a veces mantenemos en el aire los dos pies a la vez durante bastante tiempo. De momento España sólo ha asegurado el puesto entre los ocho mejores del mundo. El miércoles espera Serbia, un equipo tan grande como Grecia, con más talento y con una mentalidad competitiva estilo España siglo XXI. La diferencia es que ellos la practican desde que formaban parte del Imperio Romano. Inteligentes y con buena mano. Si les falta algo, si algún aspecto del juego no lo dominan, lo disimulan muy bien.