Argentina sigue invicta al ganar a Jordania

ARGENTINA 88-JORDANIA 79

Argentina sigue invicta al ganar a Jordania

Argentina es la única selección del Grupo A que ha sumado cuatro victorias.

Argentina continúa invicta tras vencer 88-79 a la colista Jordania, que vendió cara su derrota en un partido en que la albiceleste volvió a verse aquejada de falta de efectividad en los tiros exteriores, tuvo problemas con el rebote y dependió excesivamente de Scola y Delfino.

Aprovechando la envergadura del ''Gordo'' Roman y de Luis Scola frente a los flacos jordanos, a los tres minutos y medio, Argentina había conseguido un parcial de 15-4 y parecía que el partido iba a ser un paseo campestre. Argentina es la número 1 del mundo en el ránking FIBA y Jordania, la 38ª, y así debería haber sido.

El equipo titular de argentina -excepto Oberto, aún aquejado de gastroenteritis- encestaba como quería y robaba balones a los jordanos con la facilidad de quien le quita un caramelo a un niño.

Lo máximo que se acercaron los jordanos fue a 8 puntos (24-16) cuando faltaban 2,40 para la primera pausa, pero al final de cuarto la albiceleste consiguió incluso aumentar la ventaja (35-19) gracias a que Scola (15 puntos en los primeros diez minutos) y Delfino (12 puntos) se sentían libres para hacer su juego.

En el segundo cuarto, ya con una diferencia consolidada, el seleccionador Sergio Hernández comenzó las rotaciones dando entrada a Quinteros y Leo Gutiérrez. A mitad de cuarto (con el luminoso dando ya por segura la senda de la victoria (41-24), hizo cambio de bases -Cequeira por Prigioni-, pero no se atrevía aún a sacar de la cancha a las dos estrellas: Scola y Delfino.

Quinteros estaba brillante en los triples (3 de 4 en los primeros 20 puntos), lo que permitió a Argentina irse de 20 puntos. Pero las apariencias engañan y aún quedaba mucho partido.

Hubo un par de minutos de desconcentración en defensa y de errores en los tiros exteriores -precisamente el momento que Hernández sentó a Scola por Juanpi Gutiérrez- y el equipo árabe aprovechó para morder, gracias a unos buenos Zaid Abbas (12 puntos y 6 rebotes en los primeros dos cuartos) y Rasheim Wright (10 puntos), logrando reducir la ventaja argentina a doce tantos (49-37).

La reanudación comenzó mal para los argentinos con un parcial de 0-9 gracias a tres triples jordanos (49-46). La expectación de los primeros minutos parecía hacer aguas especialmente por culpa de los rebotes: Argentina agarró 6 en ataque por 25 defensivos de los jordanos. Arengados y, sobre todo, reprendidos por un furioso Mário Palma, querían vender cara su piel.

Argentina jugaba ya con dos bases -Prigioni, de titular, y Cequeira, para robar balones y dar velocidad al juego- y logró demostrar su superioridad llevando el marcador a donde correspondía (61-51). Pero se sentó Delfino y volvieron a acercarse los jordanos: 61-55 a falta del último cuarto.

Quedaba demostrada la irregularidad de Argentina (tras encestar 35 puntos en el primer cuarto, sólo marcó 14 y 12 en los siguientes), especialmente cuando deja en el banquillo a Scola y Delfino, los dos pilares anotadores del equipo, sin los que la albiceleste tiene problemas para mantener su dominio.

Jordania estaba crecida y ganaba todos los rebotes a los argentinos. Gracias a una anotación más tiro adicional del base Wright y a un robo de balón de él mismo que luego anotó Abbas, la diferencia se puso en sólo cuatro puntos (71-67 a falta de 6 minutos para el final).

Los argentinos no consiguieron abrir un hueco suficiente y los minutos restantes fueron un agónico sprint hacia la meta en el que corrieron siempre perseguidos de cerca por los jordanos (88-79).