Baloncesto | Mundial 2010 | Grupo D | España 101 - Nueva Zelanda 84
España vuelve a volar
Marc Gasol firma 22 puntos y Rudy renace: 12 y 12 rebotes
Se trataba de ganar, aunque fuese ganando feo. Y el triunfo ante los Tall Blacks, los tallos negros de Nueva Zelanda, no es el más dulce de los éxitos, pero opera como bálsamo, remedio de urgencia. Vital para seguir navegando. Pero las vías de agua siguen abiertas. "Ante Francia hubo un problema de mentalidad, además de los tiros libres", admite Sergio Scariolo. ¿Mentalidad, fragilidad?
La Selección se ha vuelto frágil, vulnerable, y eso demanda un duro rearme mental: orden, concentración, humildad, sufrir en rebotes, cierres y ayudas en defensa, movilidad en ataque. No es posible olvidar la última jugada del primer tiempo: con seis décimas de segundo en el reloj, y en las narices de Scariolo, Felipe Reyes permitió a Pledger armar el brazo y firmar una canasta limpia sobre la sirena que sellaba el inquietante 48-44 del descanso: Nueva Zelanda (Nueva Zelanda) había ganado el segundo cuarto (20-25) y mordía los talones a los campeones del mundo. El tercer cuarto arrancó con un parcial rompedor, 11-2, que incluyó sendos triples consecutivos de Garbajosa, zarpazos de Marc Gasol y toda la alegría volátil de Navarro y Rudy. Scariolo exigió rigor defensivo y hubo cambios a zona, España se marchó hasta 59-46: ya fue la escapada buena.
El partido agrupó 22 triples (Nueva Zelanda, 12), lo que da cierta idea de correcalles, pero España lo gobernó por la fuerza de las cosas y de Marc Gasol, un cañón de 216 cm., con 22 puntos y 27 de valoración, el máximo del partido.
Rebote.
Curioso problema: el máximo reboteador de España fue Rudy Fernández, 12 puntos y 12 rechaces. Nadie más, ni siquiera Marc (cuatro capturas) llegó a cinco rebotes. Eso delata una de las vías de agua que llevaron al naufragio ante las agresivas torres de Francia. Nueva Zelanda, dura y correosa pero más bien liliputiense, dominó en rebotes: 39-31.
Hacia el final, los cuidadores intentaban aliviar las cervicales de Ricky, doloridas tras el topetazo que recibió del francés Pietrus, mole de músculos. España salía del apuro con un claro 101-84, aunque siguió recibiendo triples (Jones, Penney), casi hasta el último segundo.
Ya no caben errores, lesiones, ni distracciones. "Id a Manila. Rodead a los japoneses o saltad sobre ellos, pero id a Manila", decía el General Douglas MacArthur a sus 'marines', hace 65 años, en Filipinas. Scariolo, que tanto lee, podría aprender del viejo MacArthur. Id a Estambul.