EE UU, sin pívot ante Croacia

La Sala Abdi Ipekci de Estambul, que vivió la final del Eurobasket 2001, ha quedado reducida a sede del Grupo B de la fase previa. Pero un grupo de muerte, de la muerte: EE UU, Brasil, Eslovenia, Croacia

Cabrían especulaciones de no ser porque EE UU llega con la directa tras la agónica victoria en la Caja Mágica de Madrid y la paliza a Grecia en el OAKA de Atenas. "Me encuentro en Estambul igual de bien que en Memphis, con el mismo calor húmedo, sólo que ocho horas por delante", cuenta Rudy Gay. "Ganar a España en Madrid sirvió para callar todas esas bocas que nos criticaban", apunta Chauncey Billups. La meta: devolver a EE UU el título mundial que no viaja al país de la NBA desde 1994, tras el triunfo en Toronto.

Estampida.

Lo de Madrid gustó tanto al Coach Krzyzewski, que EE UU ya va sin pívot y apuesta por la estampida agresiva que incendió a España en aquellos minutos de fuego estelar. Así, el alto Tyson Chandler va al banquillo y EE UU abre con Billups, Rose, Durant, Iguodala y Lamar Odom.

"Usamos más hombres exteriores porque el baloncesto internacional se juega más en el perímetro", analiza Jim Boeheim, entrenador de Syracuse y ayudante de Krzyzewski. Cierto: Croacia (dirigida por Josip Vrankovic), no tiene a sus torres Kasun, Vujcic ni Nicevic: y confía el juego interior a Kresimir Loncar. Por fuera mandan Planinic y Ukic.