El pívot serbio Nenad Krstic ha asegurado estar "un poco nervioso" ante la posible sanción que de FIBA debido a los incidentes que se produjeron el pasado jueves en el encuentro amistoso que disputaron Grecia y Serbia, el cual tuvo que suspenderse tras la batalla campal de ambos combinados.

El choque, que sirvió como preparatorio para el Mundobasket de Turquía que arrancará este sábado, se vio interrumpido tras la disputa entre varios de los jugadores y finalmente suspendido después del lanzamiento de una silla del ''center'' de los Oklahoma City Thunder, que pasó la noche en un calabozo, a la cabeza del griego Yannis Boroussis.

"Esto no me está matando, pero no puedo negar que estoy un poco nervioso. Lo que me mantiene tranquilo es que yo ya no puedo hacer nada al respecto", confirmó Krstic, quien, a su vez, ha puntualizado que tomó la silla "en legítima defensa" ante la avalancha de jugadores y aficionados helenos.

Por su parte, otro de los jugadores afectados en la refriega, Milos Teodosic, ha confirmado que lamenta todo lo ocurrido. "Sinceramente, estoy avergonzado por la pelea, y pido disculpas a la afición griega y serbia", comunicó el base de Olimpiacos.