final nba | la lakers 83 - 79 (4-3)
Los Lakers de Kobe y Pau hacen historia
Segundo título consecutivo para los angélinos tras un partido dramático. Kobe Bryant, MVP de las Finales.
Y ahí vuelven a saltar Earvin 'Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar sobre la pista de Los Angeles Lakers, tras ganarle un título a los Boston Celtics. Magic y Kareem están gritando su felicidad al aire jubiloso del Staples Center, como ya hicieron en 1985 y 87, tras batir a los Celtics en la ratonera del Boston Garden y bajo los focos del Forum de Inglewood.
Lo que Magic y Kareem le están diciendo al MVP Kobe Bryant, al histórico Pau Gasol (dos títulos NBA) y todos sus compañeros de los Lakers, que repiten el anillo de 2009, es algo tan sencillo como esto: 'Bienvenidos al club'. Es ese selecto club de jugadores de los Lakers que han sido campeones de la NBA después de vencer en una final a los Celtics: con su quinto anillo, Kobe Bryant, Jugador Más Valioso de estas finales, empata en títulos con el mismo Magic Johnson.
El viejo capitán Kareem guarda seis títulos en su gancho del cielo. Pero el mejor 'Happy End' para Hollywood vino repleto de un tremendo drama que se extendió durante casi tres horas. Los Lakers acabaron doblando el puño verde de Boston por 83-79 cuando llegaron a ir perdiendo por 36-49 (34-40 en el descanso) a 8:24 del final del tercer cuarto. En el último cuarto, un parcial de 12-5 (que incluyó siete puntos de Bryant) llevó a los Lakers desde el 56-59 hasta el 68-64.
En esa transición, Artest impuso el empate a 61 con una canasta imponente, acompañada de falta de Pierce. Los Lakers ya no perderian la ventaja... aunque Boston llegó a colocar el 81-79 a 16 segundos, triple de Rondo. En sólo 67 segundos, entre los minutos 47 y 48, cuatro triples enloquecieron el partido. De esos cuatro triples, tres fueron de Boston (Allen, Wallace, Rondo) y sólo uno (Artest) para los Lakers.
Esta tensa locura obligó a que la frialdad balcánica de Vujacic sellara el destino de la final con dos tiros libres, tras falta de Allen, que firmaron el definitivo 83-79 a sólo once segundos del final del partido y de la temporada. Kobe acabó con 23 puntos y 15 rebotes, pero con un mal 6/24 en tiros.
Probablemente, Pau Gasol causó más impacto en el partido: 19 puntos, 18 rebotes, alguna canasta tan vital como la que valió el 70-64... y cinco tiros libres decisivos sobre una racha de seis lanzados, entre los minutos 45 y 47. Pau estuvo enganchado en la carrera por el MVP, con Pierce como gran candidato de Boston. Odom mantuvo el tercer cuarto. Y 'RonRon' Artest, el 'Factor X', el demonio de Los Angeles rubricó un partidazo: 20 puntos, cinco rebotes y un triple en momentos agónicos, el del 79-73, al llegar el minuto 48.
Los Celtics cayeron en pie, con las botas puestas, como unos campeones y ametrallando a triples. Cinco 'celtics' anotaron más de diez puntos: 18 para Pierce y 17 para Garnett. Frank Hamblen, ayudante de Phil Jackson, garantizó que el gobierno del rebote decidiría la suerte del partido y de la Liga. Así fue: la ausencia de Perkins, la torre 'celtic', con esguince en la rodilla, compensó la inmovilidad de Bynum, limitado a dos puntos en 18 minutos.
Los Lakers dominaron los rebotes (53-40) y ahí, en los 23 rebotes ofensivos de los Lakers se equilibraron los horribles porcentajes de tiro de los campeones. Entre ansiedad y tensión, Los Lakers tiraron con el 32,5% de aciertos: 27/83. 4/20 en triples y 25/37 en tiros libres. Los Celtics acertaron más: total de 29/71 en tiros, casi el 41%, con 6/16 en triples y 15/17 en libres. Pero ahí vino la sentencia: en esos 23 rebotes ofensivos de los Lakers...
Se trata del título número 16 para los Lakers (11 en la cuenta de su entrenador, Phil Jackson, que decidirá su continuidad en una semana), lo que deja a la franquicia californiana a sólo un anillo de los 17 que existen en la cuenta de los Celtics. "Todos están contra los Lakers', sollozó, emocionado, su propietario, el viejo 'playboy' Jerry Buss. Todos, no, Jerry. Cuando se ha tenido y se tiene a Magic, a Kareem, a Kobe y Pau, pasa lo que pasa: 16 títulos. Y la leyenda continúa...