San Emeterio Selección

Final ACB | Caja Laboral 79 - Regal Barça 78

San Emeterio Selección

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paulino oribe

Un espectacular 2+1 del alero dio el título de Liga al Caja Laboral

Fue el mejor de los finales, un desenlace como el de esas películas de instituto en que la canasta de la victoria llega a cámara lenta y el reloj a cero. El héroe, esta vez, es de aquí, de Santander. Un héroe que arrancó esta liga con el cartel de "en venta", que no se rindió, que se hizo con un hueco en el equipo, que acabó como el jugador con más minutos de toda la ACB, que nos regaló una canasta para el vídeo y el recuerdo. Es Fernando San Emeterio y tiene la bendita mala leche de complicar aún más a Sergio Scariolo en su tarea de definir la Selección española que irá al Mundial.

San Emeterio y sus compañeros, todos protagonistas, desde los secundarios Palacio o Eliyahu hasta el inconmensurable Splitter (MVP de la Liga regular y la final), se encargaron de hacer trizas los pronósticos. La liga bipolar, el tuya-mía entre Madrid y Barça anunciado en octubre, no fue tal. La culpa la tiene este Caja Laboral netamente superior en los tres partidos y al que ayer sólo le tembló el pulso a minuto y medio del final de la prórroga, tiempo al que se llegó tras un monumental tapón de Morris a Eliyahu sobre el que a estas horas aún hay dudas: el balón, ¿subía o bajaba?

Ricky. Antes de eso, Huertas había ganado la partida a Ricky y Navarro sufría en los triples (2/8). Pero ahí, en el minuto 44, cuando los balones quemaban, Ricky se echó al Barça a sus hombros y con cinco puntos (bandeja y triple) puso el 70-75 en el Buesa Arena. Los hinchas locales se frotaban los ojos, los cerraban y los volvían abrir pero seguían viendo a Herreros y su triple letal, o las Final Four esquivas, y sufrían temiendo que el Barça se escapara vivo de ese primer match-ball. Pero con 76-77, Basile sólo anotó uno de sus dos tiros libres y los siete segundos que restaban para el final brindaron la canasta del campeonato, el mejor punto y final a esta crónica. El bote, el rápido reverso ante Basile, la penetración y la canasta a aro pasado con falta de Morris incluida. Y el tiro libre adicional. Y el delirio en Vitoria. Y la gloria para San Emeterio y el nuevo quebradero de cabeza para Scariolo. Que sean todos así.