acb | unicaja 72 - barcelona 82
El Barcelona, por la vía del K.O.
El Regal Barcelona es finalista por la vía rápida tras congelar el Carpena en el tercer partido ante un Unicaja que lo intentó hasta el límite de sus fuerzas y mandó hasta el ecuador del último cuarto. Ahí pagó su cansancio y su ansiedad ante un Barcelona que subió el nivel de intensidad y resolvió a través de los triples de Basile y la aportación constante de Mickeal y decisiva de Lorbek.
Flores para todos, méritos repartidos en un partido y una serie que ha sido vistosa y peleada pese al 3-0. Ha sido tan hermoso ver a Unicaja rebelarse contra la cruda realidad como asistir a otro ejercicio de precisa demolición del Barcelona (5-0 en playoffs, ya en la final). Y el tercer y a la postre último partido, el primero en el Martín Carpena, definió esencialmente los puntos cardinales de la serie con Unicaja al límite, por momentos al mando y la final derrotado. Con el orgullo intacto pero superado por un equipo que dio otra muestra de autoridad donde otros hubieran dejado el trabajo a medio terminar, para otro día.
El mérito de Unicaja fue agruparse y creer, poner el 100% de intensidad y concentración y dejarse la vida en defensa. El del Barcelona, obviar el 2-0 y no hacerse el sueco, sacar el cuchillo en el segundo tiempo pese al ambiente hostil y el colchón en la serie, dignificar este playoff que sube de temperatura camino de una final que ya tiene un inquilino, el esperado por unanimidad. Para Unicaja la sensación de final de temporada es positiva tras un año muy complicado con malos resultados y mal ambiente en un Carpena que ha saboreado una buena dosis de redención en la eliminatoria ante Power Electronics y en los mejores momentos, los más heroicos de su equipo, de este tercer partido. En el otro lado el Barcelona capeó el temporal, en muchas fases a duras penas, y sacó la guadaña en cuanto Unicaja boqueó. Olió sangre y ejecutó, preciso y letal. Tan difícil para casi todos pero tan sencillo para este equipo incluso en los ambientes más hostiles.
Podrá lamentarse Unicaja de que entregó el partido en algunas de las variantes que le habían sonreído en el Palau. Estropeó su fiabilidad en el tiro libre (pobre 68%) y esta vez entregó el rebote (28-36, 13 ofensivos -y decisivos- del Barça) para permitir segundas opciones que estropearon su tremendo despliegue en defensa. En la segunda parte le pudo una mezcla letal de cansancio y ansiedad combinada con la constante y alargada sombra de la amenaza blaugrana. La valoración pasó del 45-33 del descanso al 70-94 final: 25-61 en los dos últimos cuartos en los que se invirtió la dinámica de pérdidas (de 3-8 al 10-12 final) y Unicaja vio cerrado el camino cercano al aro (1-6 en tapones) hasta quedarse sin recursos ofensivos. A falta de 6 minutos mandaba por 68-64. En los siguientes cinco minutos perdió el partido y la eliminatoria con un parcial de 2-14: 70-78. Cook, que había hecho su mejor partido de la serie (5 asistencias) perdió la perspectiva, Neal (18 puntos) pasó parte de ese tiempo en el banquillo y Berni se quedó sin fuelle tras firmar un partido hasta entonces tremendo con una defensa salvaje sobre Navarro y 14 puntos a base de triples y penetraciones.
En realidad, Unicaja tuvo equilibrio en ataque mientras el Barcelona estuvo un paso por detrás en intensidad. Cuando los de Xavi Pascual entraron a la batalla propuesta por Aíto el partido se inclinó poco a poco de su lado: 32-47 en la segunda parte. Durante muchos minutos vivió de Basile, que en su partido 200 en ACB anotó 20 puntos con cinco triples, alguno psicológico como el que supuso un 3+1 al borde del descanso para pasar de un 40-31 a un 40-35 mucho menos peligroso. Ricky sólo estuvo acertado en los últimos ataques (los decisivos, por otra parte) y Navarro se fue a 14 puntos pero con malos porcentajes en triples y una asistencia por cuatro pérdidas de balón. Morris se quedó esta vez en 2 de valoración... pero así es este Barça en el que cuando falla casi todo lo demás te mata Basile... con la ayuda de una constante asesina como Mickeal (16 puntos) y la clase de Lorbek, que dio un curso de calidad y sangre fría bailando ballet en medio del fuego de mortero de las zonas y anotando el triple que inclinó definitivamente el partido en la recta final. Al final, 16 puntos y 6 rebotes del esloveno.
Cuando Unicaja se quedó sin aportación de Printezis (7 puntos de los 9 primeros de su equipo, nada después) se encomendó a una defensa al límite, explosiva en el exterior, agresiva al máximo sobre las líneas de pase y fuerte cerca de la zona que sólo chirriaba en la concesión de rebote, aspecto finalmente determinante. El equipo de Aíto volvió a ganar el primer cuarto y llegó al citado 40-31 en el segundo liderado por Berni y Neal y ante un Barça mucho más irregular que pasaba unos apuros infinitos para sumar (19-15 en el segundo y gracias al 3+1 final de Basile).
En la segunda parte cambió todo y Unicaja pagó el hecho de que siendo suficientemente mejor apenas había dejado cinco puntos detrás al ogro azulgrana, un equipo que empieza a tener una evidente ascendencia psicológica sobre los rivales. Los mejores Minutos de Mickeal, los tiros indefendibles de Basile y un primer órdago defensivo visitante cambiaron el partido en el tercer cuarto (52-53). Unicaja sobrevivió con los últimos coletazos de Berni y Neal y alcanzó el reseñado 68-64 con sus últimos minutos de máxima intensidad defensiva.
Entonces quedaban seis minutos que fueron una tortura con la aparición de Ricky, los puntos de Lorbek, la aplicación defensiva del Barcelona cerca del aro y en la línea exterior y un carrusel de malos ataques: ansiedad+cansancio+el mejor equipo de Europa enfrente. Resultado: 4-18 de esos seis minutos finales. Y el 3-0, fin de la historia. Vacaciones para Unicaja, billete a la defensa del título para el Barcelona, que respondió a lo grande, con concentración y entrega, con la mente puesta en la historia y no en el 2-0 que le hubiera permitido dejarse ir, cargarse de excusas y razones. El ADN de este Barcelona le impide ausentarse de los partidos, rendirse. Ya 5-0 en playoff y la mirada puesta en Vistalegre a la espera de un rival para el que la final puede ser más una tortura que un premio ante un enemgio supremo y hasta ahora infalible cuya brújula apunta a la temporada perfecta: Supercopa, Copa, Euroliga y la ACB ya a sólo tres pasos, apenas a tres victorias más.