Blancos de Rueda certifica la permanencia ante un desconocido Lagun Aro

El Blancos de Rueda rompió con la racha de ocho derrotas consecutivas y certificó hoy su permanencia en ACB a lo grande, ante su afición y con un gran trabajo de equipo, que anuló totalmente a un Lagun Aro desconocido, que finalizó con unas estadísticas irrisorias.

Aunque los vallisoletanos tardaron tres minutos en lograr su primera canasta, tras varios intentos fallidos y errores en los pases, su intensa defensa zonal les permitió sorprender al Lagun Aro, que en ocho minutos sólo contaba con cuatro puntos en su casillero particular.

El cuadro local llegó a adquirir una ventaja de nueve puntos (13-4) en el minuto 9, que pudo haber sido mayor de no ser porque los pupilos de Fisac no estuvieron demasiado acertados de cara al aro, circunstancia que aprovechó Ignerski para recortar diferencias con un triple, que remataría Panko con un último tiro libre (13-8).

Al Blancos de Rueda le empezó a pasar factura el lastre que suponían tantos fallos en los lanzamientos, ya que el Lagun Aro no perdió la ocasión para seguir acercándose en el marcador (20-18, min.15), gracias a una mejor defensa y a la buena dirección de Rai López, que dio más movilidad a sus compañeros.

Fisac solicitó un tiempo muerto para intentar frenar la remontada visitante y lo consiguió (24-18), a través de un incremento de la presión defensiva, con lo que fue Pablo Laso el que tuvo que pedir un receso para volver a encauzar el juego de su equipo, pero los vallisoletanos habían encontrado su lugar y, merced a una gran labor colectiva, llegaron al descanso con once puntos de renta (31-20).

Los vascos tenían mucho por corregir, ya que en la primera mitad, su mal juego les llevó a sumar una valoración global de tres -con varios jugadores con puntuación negativa y un paupérrimo 28 por ciento en tiros de dos-, por 47 del Blancos de Rueda, pero lo cierto es que la situación se mantuvo por los mismos derroteros y el cuadro local amplió la ventaja hasta los 17 puntos (39-22, min.27).

Laso intentó hacer valer un tiempo muerto para insuflar fuerza a un Lagun Aro que en nada se asemejó al equipo que ganó al Barça la jornada pasada y que dejó una imagen ridícula en Valladolid ya que, a pesar de un mal tercer cuarto de los locales, fueron incapaces de dar un paso al frente (41-28).

De hecho, los donostiarras parecían abducidos, porque fallaron lo indecible y se dejaron avasallar por un Blancos de Rueda crecido, que siguió ampliando las diferencias hasta alcanzar los 24 puntos (54-30), a falta de seis minutos para la conclusión, con un buen juego dedicado a una entregada afición, que celebró su permanencia en ACB con cánticos y ovaciones a los jugadores vallisoletanos.