El Gran Canaria conquista la séptima plaza a costa de los alicantinos

El Gran Canaria 2014 se coloca séptimo en la carrera hacia las eliminatorias de la ACB, después de anotarse el triunfo ante el correoso Meridiano Alicante (82-77), que llegó a dominar la contienda con once puntos arriba al descanso. El concurso de Jaycee Carroll (21 puntos y 5 rebotes) y Sitapha Savané (otros 18 y 4) cimentaron el triunfo de un equipo que no pierde en casa desde el pasado 13 de diciembre (70-77, ante el Fuenlabrada).

El conjunto isleño puso la directa en el arranque mediante la actuación de un Carroll que, tras ser nombrado MVP de la pasada jornada, parecía querer alargar su estado de gracia asumiendo los galones en ataque con cuatro puntos, una asistencia y un tapón sobre Urtasun como tarjeta de presentación (10-4 de inicio). Sin embargo, los levantinos ajustaron la defensa sobre los exteriores, canalizando el ataque sobre el pívot senegalés Pape Sow y el báltico Katelynas. Fue entonces cuando el Alicante tomó la batuta y selló un contundente 0-16 de parcial (10-20).

Un triple de Bellas rompió la derrama a 1:30 para concluir el primer periodo, pero la 'pájara' local no parecía remitir. Un nuevo arreón propiciado por Stojic y Andriuskevicius (parcial de 0-7) diluyó el espejismo amarillo, hasta colocar el resultado en 26-34. Los visitantes todavía ampliaron más las distancias antes del descanso (31-42), con la especial aportación de Urtasun y Stojic.

Las arengas del técnico local, Pedro Martínez, surtieron efecto tras el intermedio. Norris y Carroll despertaron desde el exterior (racha de 15-4 en apenas tres minutos), volviendo a poner al Gran Canaria en vanguardia (48-46). Un triple de Llompart en el ecuador del tercer cuarto frenó la efervescencia insular (48-49), pero sólo duró unos segundos, puesto que Carroll se volvió a reivindicar con seis puntos casi consecutivos -mate incluido- (54-51).

Las espadas estaban en todo lo alto (64-63 a 6:41 para el final). Los errores en ambas zonas se multiplicaban con el paso de los minutos mientras se agilizaban los cambios en los dos banquillos. Dos canastas consecutivas de Savané, combinadas con un triple Fisher y otro de Norris acabaron ''noqueando'' a los pupilos de Óscar Quintana, quien se vio obligado a pedir un baldío tiempo muerto a tres minutos para el desenlace.