CB MURCIA 86 - DKV JOVENTUT 87
Tucker permite al Joventut seguir cerca de los playoff
El escolta estadounidense Clay Tucker, con 11 puntos en el último cuarto, permitió al DKV Joventut ganar por 86-87 en la cancha del colista y descendido Club Baloncesto Murcia, y ese resultado, en un partido gris de los de Pepu Hernández, les permite seguir cerca de las eliminatorias por el título.
El escolta estadounidense Clay Tucker, con 11 puntos en el último cuarto, permitió al DKV Joventut ganar por 86-87 en la cancha del colista y descendido Club Baloncesto Murcia, y ese resultado, en un partido gris de los de Pepu Hernández, les permite seguir cerca de las eliminatorias por el título.
El conjunto badalonés, que ha puesto fin a una racha de tres derrotas seguidas, sufrió más de lo esperado para vencer a un rival que encarriló el encuentro pero que, como viene siendo habitual, acabó cediendo en el tramo decisivo del choque.
El DKV comenzó mandando con autoridad ante un rival dormido y daba la sensación de que el compromiso sería un mero trámite. Tras un 2-11 de salida, la Penya, con un baloncesto fluido, jugó a placer y obtuvo una máxima renta de 11 puntos para doblar a su oponente en el marcador (11-22 en el minuto 8).
A partir de ese momento, la aparición de Shammond Williams y Albert Moncasi en el partido dio alas al CB Murcia, que con un parcial de 12-0 en cinco minutos cobró su primera ventaja (23-22). Hernández se vio obligado a parar el aluvión rival con un tiempo muerto, pero la medida no tuvo efecto. De hecho, los de Edu Torres, crecidos, estiraron su renta para llegar al descanso con diez puntos de ventaja (41-31), tras un parcial de 28-9 en el segundo cuarto.
Tras el intermedio hubo una fase de intercambio de canastas, con especial protagonismo para Milos Vujanic, lo que hizo que la diferencia local se estableciera en torno a esos diez puntos. Cuando parecía que el CB Murcia iba a terminar de encarrilar la victoria, sin embargo, empezó a aparecer un Tucker hasta ese momento casi inédito y su equipo reaccionó. El 63-59 con el que concluyó el tercer cuarto mantenía las espadas en alto y así se mantuvieron durante todo el último periodo.
Tras sucederse las alternancias en el marcador se llegó a los dos últimos minutos con empate a 79. Fue entonces cuando Tucker adquirió todo el protagonismo y dos ''triplazos'' suyos -en el segundo tuvo un feo gesto al mandar callar a la afición de un equipo descendido y que simplemente quería llevarse una alegría a casa- y un mate de Henk Norel sentenciaron el choque a pesar de que Williams, en otra lección de profesionalidad a sus 35 años, se empeñó en darle emoción al encuentro.