ACB | REAL MADRID 91 - BLANCOS RUEDA VALLADOLID 71
Cómoda victoria en el debut de Almond
El Real Madrid ganó con comodidad en el debut de Morris Almond, que demostró buenas maneras, a un Valladolid que lo intentó pero que acabó perdiendo por el puro peso específico de ambas plantillas.
El Real Madrid ganó con comodidad en el debut de Morris Almond, que demostró buenas maneras, a un Valladolid que lo intentó pero que acabó perdiendo por el puro peso específico de ambas plantillas.
Frío ambiente en las gradas y poco juego en el parqué. Así comenzó el partido ante el equipo de Pucela. El Real Madrid se contentó con hacer tiros de fuera cuando su superioridad en altura le podía haber permitido jugar balones interiores con muchas garantías de éxito.
El marcador se mantuvo más o menos igualado gracias a Llull y Garbajosa por los locales y a Van Lacke y Dumas por los castellanos, que se fueron al descanso tras el primer parcial con ventaja de cuatro puntos, 20-24. Ni el debut de Morris Almond, al que se le vio lógicamente muy despistado, en las filas madridistas sirvió para sacar del letargo el partido.
Las novedades en el segundo cuarto fueron escasas. El Valladolid se parapetó en un zona, Llull siguió tirando como los ángeles (4 de 5 triples) y Kaukenas se reivindicó con 3 de 4 triples. Y los balones siguieron sin llegar a los pívots del Real Madrid dentro de la pintura, pese a que tanto Lavrinovic como Tomic sacaban diez centímetros a cualquiera de sus defensores. A veces lo que parece más fácil se convierte en lo más difícil.
El Madrid se fue al descanso con ventaja, 47-45, gracias a su mejor puntería. Un marcador alto que habla de la poca efectividad de ambas defensas. En la reanudación del juego tras el paso por el vestuario se confirmaron todos los postulados anteriores. El desaparecido juego interior madridista y el insulso partido que se comenzó a decantar del lado de los locales por puro peso específico.
Almond siguió igual de despistado, pero apuntó maneras en el tiro completando 14 puntos en una serie de 2 de 4 en tiros de 2, 3 de 4 en triples y 1 de 2 en libres, ante un Valladolid que lo intentó pero que se supo inferior en todo momento. El Real Madrid acabó con un 65 por ciento de acierto global en triples (15 de 23 y 5 de 6 para Llull) y sólo un 36% en tiros de dos (8 de 22). Por eso ganó y por eso no jugó en la pintura.