El Madrid se redime con 17 triples

Con sólo dos días para el lamento, el calendario ha obligado al Real Madrid a levantarse de la cama para salir cuanto antes de su depresión. Caer eliminado en la Euroliga ante el Regal Barça era previsible para los madridistas, pero no por ello menos doloroso. La machada del segundo partido en el Palau disparó el entusiasmo blanco, pero también despertó a la bestia. Y el monstruo fue implacable en Vistalegre.

La inmediatez del derbi contra el Estudiantes podría resultar tan necesaria como cruel. Necesaria para acabar cuanto antes con la penitencia; o cruel porque la herida aún abierta podía infectarse, hasta incluso hacerse mortal sabiendo que la próxima salida vuelve a ser el Palau. La teoría correcta dependía del resultado. Ganar o perder.

La contundente victoria en el derbi madrileño ante el Estu ha revitalizado la moral madridista y ha servido para recuperar sensaciones: Prigioni, Llull, Hansen, Garbajosa y Tomic es el quinteto inicial de Messina heredado tras el cruce ante el Regal; Kaukenas y Vidal vuelven a jugar minutos; Jaric y Velickovic han recuperado confianza; y Bullock y Garbajosa siguen viviendo de su excelente muñeca.

Un parcial de 8-0 puso la primera ventaja significativa del partido para los blancos (18-10). Los triples de Hansen y 'Garba' reconfortaron el ataque del Madrid, más fluido y dinámico que en los últimos partidos. El Asefa sobrevivía gracias a las entradas del pretendido por los blancos Carlos Suárez. El alero de 2,02 sostuvo a su equipo hasta recibir el auxilio de Driesen, Lofton y Pancho Jasen, que junto a Prigioni son los argentinos que más partidos han disputado en ACB con 374. Por cierto, el madridista ha aportado hoy 9 asistencias, por 13 de todo el Estu.

El Madrid llegó al descanso con la distancia máxima que había gestionado durante el segundo cuarto, 11 puntos (46-35). La irrupción de Bullock, inédito en el primer cuarto, relanzó a un Madrid que, acostumbrado ya a la intensidad defensiva sometida por el Barça, se sentía liberalizado en zona del Asefa. El de Washington se fue al descanso como el máximo anotador, con 11 puntos labrados en tres de cuatro en triples y una de una en tiros de dos.

En los veinte primeros minutos, Messina, criticado por su política de rotaciones ante el Regal, utilizó a todos sus hombres a excepción del castigado por su supuesta indolencia defensiva Rimantas Kaukenas y a Sergi Vidal. La buena racha de Bullock permitió descansar a Llull en el segundo periodo, al igual que Ante Tomic, que vio cómo Lavrinovic se reivindicaba con 8 puntos. Jaric y Velickovic apenas participaron en este tiempo.

En el bando de Luis Casimiro, que acusó la ausencia de Germán Gabriel, sobresalió Driesen con 7 puntos (10 de valoración). Lofton, Jasen y Suárez sumaban seis, insuficiente para derrotar al Madrid.

Al comienzo de la segunda mitad se produjo la esperada y atemorizante liberación blanca. Desaparecieron los fantasmas que correteaban por Vistalegre de Ricky, Navarro, Mickael, Lorbek, Lackovic y compañía para brillar con fuerza las figuras de Garbajosa, Llull y Jaric, que sometieron a triples al indefenso Estudiantes, víctima de la furia blanca.

Con una ventaja de 22 puntos, a falta de dos minutos para el final del tercer cuarto, quedaba muy lejos el recuerdo de aquel triple de Daniel Clark que le dio la victoria en la prórroga al Asefa en el partido de la primera vuelta. No fructificaron los esfuerzos de Oliver, Jasen, ni siquiera los de Lofton, máximo anotador del partido con 19 puntos. Carlos Suárez acabó con 13, aunque fue el más valorado con 21.

El último cuarto sirvió de bálsamo para los blancos y de castigo para los estudiantiles. El Madrid se propuso romper el récord de 19 triples en un partido ostentado por el Joventut (al Murcia en la jornada 9) y acribilló al Estudiantes desde 6,25 con Sergio Llul, Jaric, Bullock y Kaukenas como máximos artilleros. No consiguió la marca, sí redimirse de sus penas con su vigésimo tercera victoria en ACB.