Ricky Rubio asume su culpa en vísperas de recibir al Fuenla

El base azulgrana Ricky Rubio dio ayer, en un momento delicado para el Regal Barcelona tras la derrota europea del jueves ante el Real Madrid (63-70) en el Palau, toda una muestra de madurez personal y sinceridad asumiendo que "nunca se controló el ritmo del partido y eso, en gran parte, es culpa del base". "No me encontré cómodo en la pista y no pude ayudar al equipo". Quizás hoy sea el Ayuda en Acción Fuenlabrada el que pague los platos rotos.

El equipo de Salva Maldonado nunca ha ganado en el Palau y, si bien está luchando aún por la permanencia, puede que intente sacar provecho de la actual situación del equipo azulgrana, que aún tiene la duda del ala pívot Terence Morris con una lumbalgia aguda.

Por contra, los fuenlabreños llegan tras vencer a Estudiantes (86-82) después de recuperar a Gerald Fitch, segundo máximo anotador de la ACB, y al israelí Tal Burstein. Además, Esteban Batista, MVP de la pasada jornada y máximo reboteador de la ACB, está en un gran momento. Sea como sea, los azulgranas buscan recuperar su estima.