Doce victorias separan al CB Murcia del Real Madrid, doce victorias que marcan el abismo entre el colista de la Liga ACB y uno de los candidatos al título. Pero los blancos llegan sin Felipe Reyes y ése es un resquicio que Edu Torres y sus pupilos pretenden aprovechar para seguir pensando que la salvación es posible. Soñar no cuesta dinero.

En ese enorme reto, los murcianos hacen piña en torno a Chris Moss, su rey de los tableros. Y a Moss le brilla el colmillo sabiendo que Reyes no estará enfrente. El de Ohio promedia 8,1 capturas por encuentro, lo que le sitúa como segundo en el ránking ACB, casi empatado con Esteban Batista (8,18, líder por sólo unas décimas). Descartado Reyes, los otros interiores madridistas no atesoran un potencial reboteador similar: Lavrinovic (5,2), Velickovic (5,3) o Tomic (2), aunque a este último aún es pronto para poder juzgar.

Bajas.

Por si la empresa no fuera complicada, Torres no podrá contar con Faverani ni Scepanovic. Mientras, Messina echa en falta a Reyes, espera que se recupere Bullock (problemas en un dedo) y dejó en Madrid a Dasic, ya que la baja de Felipe limita a cuatro el cupo de nacionales (Llull, Prigioni, Vidal y Garbajosa), con lo que el número de inscritos será de once. La historia dice que el Real Madrid no pierde en Murcia desde 1995. "Para el Murcia, todos los partidos son finales", avisa Prigioni, que de eso, de finales, sabe mucho. Y de partidos de los que uno no se puede fiar.