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Baloncesto | ACB | Estudiantes 77 - Bilbao 71

Estudiantes sufre pero puede seguir soñando con la Copa

El Bizkaia Bilbao Basket demostró su poca consistencia como visitante

Estudiantes sigue, una semana más, soñando con la Copa del Rey después del más que sufrido triunfo, por 77-71, ante un Bizkaia Bilbao que demostró su poca consistencia como visitante. Frío, como el día, comenzó el partido entre Estudiantes y Bizkaia Bilbao, con los dos equipos fallones en ataque y con graves desajustes defensivos. Los vascos fueron los primeros en adelantarse en el marcador con leves diferencias, fruto del acierto individual.

Los locales parecieron tener pocas ideas claras en ataque y los cinco triples fallados inicialmente comenzaron a pesar como una losa en los colegiales. Fueron los fallos del Bilbao los que permitieron a Estudiantes seguir agarrado al partido y ponerse por primera vez arriba en el marcador a los nueve minutos de juego.

El comienzo del segundo período fue distinto, con aciertos en ambos conjuntos después de haber entrado en calor y haberse desperezado. Estudiantes, de la mano de un corajudo Carner-Medley comenzó a poner distancia de por medio en el luminoso, pero la entrada de Alex Mumbrú, el campeón de Europa del equipo vasco, niveló la situación hasta que el infortunio llegó para el internacional español.

En una jugada de tantas, en el minuto 18, Mumbrú cayó mal y se hizo daño en el tobillo derecho. El equipo local no se dio cuenta de la circunstancia, atacó con normalidad y consiguió canasta. Las protestas del banquillo bilbaíno le valieron la técnica y Estudiantes se adelantó hasta un 40-32.

El Bizkaia Bilbao ya había dado muestras de su poca consistencia lejos de su feudo, pero la salida de Mumbrú acabó de descentrarles. Al descanso, diez puntos de diferencia a favor del Estudiantes, 42-32.

Los locales consiguieron una canasta y después se pasaron más de cinco minutos sin anotar, mientras que el Bilbao, sin hacer gran cosa, consiguió un parcial de 0-12 para igualar el marcador a 44, con un Marko Banic letal.

Carner-Medley rompió el letargo anotador colegial y también despertó al aficionado local. Estudiantes tuvo que volver a remar y una técnica a los locales acabó de crear el ambiente especial para los últimos minutos del partido.

Con los dos equipos defendiendo en zona, el Bilbao se desenvolvió mejor y se marchó al final del tercer cuarto con dos puntos de ventaja, 54-56, tras un parcial en los diez minutos de 12-24. Los locales mantuvieron la zona, que se encargó de dinamitar Salgado con dos triples, 62-63 a seis minutos para el final.

Cada minuto que pasaba, la trascendencia del resultado hacía que cada pase, cada tiro fuera decisivo. Con tres minutos de partido por delante, 67-67, Estudiantes cogió cuatro puntos de renta, gracias a la alternancia de defensas individuales y de zona, que mantuvo a un minuto para el final. Seguir soñando con la Copa del Rey pasaba por ganar el partido y el Estudiantes podrá seguir haciéndolo, aunque tuvo que sufrir demasiado.