En Los Ángeles, con el chándal de los Lakers, el dedo pulgar diciendo "OK" y el anillo de campeón de la NBA en la otra mano. No es un sueño, lo vivió la noche del martes Pau Gasol, ingrediente español en una fiesta en la que se homenajeaba a los reyes de la temporada 08-09. Pau no jugó contra los Clippers por lesión, pero eso es lo de menos. "Magic (Johnson) me dijo que el anillo era el objetivo, pero que ahora hay que ir a por otro", reconocía.
Magic estuvo a su lado, también Worthy, AC Green o Abdul-Jabbar, mitos en la historia de esa franquicia que se hizo famosa en Minneapolis y explotó en Los Ángeles. Los Lakers ganaron al vecino pobre, los Clippers (99-92), aunque lo interesante de la noche sucedió antes del salto inicial. Por 27ª vez consecutiva en el primer partido en casa, Jeffrey Osborne cantó el himno nacional.
Fue la banda sonora a la entrega de los anillos, del trofeo O'Brien y el despliegue de la bandera de campeones número 15 en el techo del Staples Center. "Recibir el anillo es algo bastante grande y de un significado importante", afirmó Pau. Grande, sin duda. Ahí están las palabras de Phil Jackson, que ya ha ganado diez: "Cambiaron el formato y ahora no es tan ponible. Es demasiado llamativo, demasiado grande. No puedes darle la mano a nadie".
