Favoritos con razones y humildad
Lo que no mata engorda. España estuvo al borde de la eliminación (4 abajo a dos minutos del final contra Gran Bretaña, en la primera fase del campeonato), pero salvó el trance y ahora se planta en la final en situación idónea. No sólo ha mejorado su juego y su actitud en todos los sentidos, sino que ha aprendido de los errores, sabe que sin humildad y entrega no se consiguen victorias. Grecia sólo resistió medio partido, cuando forzó al máximo en rebote ofensivo y nos ganó la batalla bajo tableros. Pero después se hundió y España desplegó su enorme potencial, todo un recital de contragolpes.
Esta vez, seamos justos, el cuerpo técnico de España tuvo gran protagonismo en el éxito del este equipo en semifinales. Se aprovechó el día de descanso para completar un magnífico scouting al juego griego. Spanulis se vio anulado y, además, la Selección se hinchó de robar balones al anticipar todas las líneas de pase de los de Kazlauskas. Cada robo se convirtió en un hachazo a la espina dorsal helena, hasta romper totalmente su espalda. Renunciaron a bajar. O se quedaron sin fuerzas para hacerlo. Lo dicho: España a la final en el momento más dulce de su juego. Antes de empezar este Eurobasket éramos los favoritos por análisis teórico. Ahora lo seguimos siendo, pero por razones de peso, por hechos contrastados. Tenemos el mejor equipo, las mejores estrellas y los mejores suplentes. ¡El oro en Polonia ha de ser nuestro!