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Eurobasket 2009 | España 82 - Grecia 64

España apabulló a Grecia con Cabezas de revulsivo

El nuevo base del Khimki fue una pesadilla para Spanulis.

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<b>A POR SU SEGUNDO ÉXITO DEL AÑO. </b>Pau Gasol pelea el rebote con los jugadores griegos Andreas Glyniadakis y Ioannis Kalampokis.
A POR SU SEGUNDO ÉXITO DEL AÑO. Pau Gasol pelea el rebote con los jugadores griegos Andreas Glyniadakis y Ioannis Kalampokis.rodolfo molina

Da igual todo lo que se ha dicho, incluso lo que no se ha llegado a decir. Da igual que durante buena parte del Eurobasket, más de uno pensara que la Selección cerraría sin medalla un ciclo que nos ha hecho desayunar, comer y cenar caviar. Lo único que importa es que el balón que escupió el aro hace dos años cae de nuevo en nuestras manos.

La semifinal arrancaba con una duda: ¿España contra Grecia o España contra España? El talento de la Selección es tal que en condiciones normales, la victoria helena dependía más de los errores propios que de las virtudes ajenas. Costó hacérselo saber porque mantuvo el tipo desde el 7-7 hasta el 16-16. Kaz­lauskas sacaba petróleo a la pizarra y los desajustes en defensa hacían que Ricky o Rudy quedaran más de una vez como frágil y única barrera al inmenso Burusis. Pero Scariolo le devolvió el bumerán y dio entrada a Cabezas. De nuevo Carlitos, ese cheque en blanco, el jugador que ha respondido siempre, desde el oro de Mannheim 98 o el del Mundial de Lisboa 99 con su canasta decisiva. Anotó un triple (24-16) y desquició a Spanulis, quien tuvo que irse al banco.

Con la sal de Cabezas, el partido ganó en sabor con un parcial de 23-9 en ocho minutos, que fue como dar alas a un equipo que necesita correr para ser él mismo. Un gancho de zurda de Marc, virtuoso en ese 'uno contra uno' ante Schortsanitis, nos hizo volver a poner los pies en el suelo. Y el mate de Llull nos llevó a volar de nuevo. Hay que seguir haciéndolo hacia ese oro del que no hemos dejado de hablar desde aquel 16 de septiembre de 2007. Es hora de quitarse la espina.