Los jugadores españoles tomaban el túnel de vestuarios y Marc Gasol soltó la perla: "Es complicado. Teniendo a Pau en el campo, jugarse la última con el chico que ha llegado el último Pasan a veces estas cosas". El de los Grizzlies se refería a la última posesión de España, en la que Llull fue quien se la jugó con una penetración que acabó en tapón de Asik. Como un reguero de pólvora, la frase corrió hasta los pies de Scariolo. El italiano fue diplomático: "Es una opinión una opinión que depende del día que hayan tenido los jugadores, de su emparejamiento defensivo, pero no creo que los medios sean la sede para dar una opinión diferente. Es una opinión que se respeta, que evidentemente a posteriori puede tener su lógica, pero no creo que sea una cosa tan importante".

El seleccionador justificó su decisión en que Turquía tenía cuatro hombres altos en cancha y que la fuerza de Llull podía hacerles daño. Sin embargo, sorprende que ese ataque decisivo -quizá no sólo para el partido sino para la suerte en el Eurobasket- se afrontara sin ninguno de los tres bases oficiales de la plantilla: Ricky Rubio, Raúl López y Carlos Cabezas.

Marc había hablado en caliente, su hermano Pau lo hizo algo más en frío. "Sergi ha hecho lo que había que hacer, que era lo que se le había pedido. Penetrar, tirar él o buscar otra opción. Poner a Llull, que es su primer Campeonato de Europa que juega, es un poco complicado". Por el momento, lo dejamos ahí, en "complicado".