Regal Barcelona, rey de la ACB

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Regal Barcelona, rey de la ACB

Regal Barcelona, rey de la ACB

El título de la ACB se queda en el Palau, que no ha sido su hogar desde 2004. El Barça se ha mostrado inabordable en casa y ha hecho valer el triple increíble de Basile en el primer partido. Pero cerrar el título no es fácil y el equipo de Xavi Pascual ha tenido que sufrir casi hasta el final pese a que alcanzó una ventaja de 18 puntos en el tercer cuarto. El Tau, muy castigado físicamente, sacó su orgullo y obligó al Barcelona ha un esfuerzo extra en el último cuarto. Entonces aparecieron Fran Vázquez y un excelso Navarro (19 puntos, 9 asistencias).

Ganar cuando eres un equipo diseñado para hacerlo tiene mucho de obligación. Lo era para el Barcelona, que construyó un mastodonte que necesitaba un éxito así para no cerrar el año con sensación de fracaso, tras colisionar con el Tau en Copa y perseguir sin éxito la sombra de Siskauskas en la Final Four. Pero más allá del deber cumplido, hay una sensación de felicidad plena en el Barcelona porque ha ganado (1-3) una final magnífica a un rival terrible. El Tau, un campeón que no entregó su título hasta el último aliento, que lo defendió con toda el alma poniendo corazón donde no llegaba el físico (muy mermados Splitter, Teletovic y Mickeal, lastrado por una fascitis Vidal). Incluso contra la lógica, el Tau volvió al partido desde su estado precario ante un rival cargado de calidad y confianza y un escenario que era una trinchera hirviente, un volcán. Pero el Tau volvió y regaló a la final un último cuarto que fue pura agonía, la batalla final, el cuerpo a cuerpo definitivo. El Barcelona prevaleció mientras descubría cuánto cuesta cerrar un título que no ganaba desde 2004.

La temporada termina además con una inversión clara en las jerarquías entre los dos mejores equipos de la ACB, dos de los más grandes de Europa. El Tau martirizó al Barcelona en Supercopa y Copa y barrió en la Temporada Regular, en la que ganó dos veces al Barcelona. Pero los de Xavi Pascual se han llevado la caza mayor, los grandes choques. Ganó el playoff de la Euroliga y ha ganado el playoff final de la ACB. Ha vengado la aplastante derrota de la final 2008 y deja por el camino al Tau tocado, con la sombra de la duda, una vez más, planeando sobre Ivanovic y los problemas de sus equipos en el momento del estoque, en el remate del trabajo (excelente por otra parte) de todo el año.

El Barcelona no falla en el momento de la verdad

El Tau ha remado a contracorriente desde el triple de Basile en el primer partido, que será la imagen de una serie de un enorme nivel baloncestístico. Sólo vivió con autoridad en el segundo tiempo del segundo partido. En el Palau, cuando necesitaba primero una machada y luego un milagro, se ha encontrado con sus problemas físicos convertidos en un látigo con el que le ha castigado con dureza el Barcelona. A toda máquina, pleno de confianza, concentración e intensidad, y con la calidad que corre por descontado de su cuenta, es un equipo prácticamente imbatible como local. El Barça, que vio como el Tau le dejó escapar vivo en una situación pero inversa en la Euroliga, ni falló ni perdonó. Sabía que ganar un quinto partido en Vitoria sería casi una quimera, y no dudó nunca. Ni cuando el Tau tuvo su única ventaja (7-8), ni cuando el partido se le complicó por obra y gracia del esfuerzo titánico e irracional del Tau. Cuando el partido parecía roto en el tercer cuarto (59-41) el equipo de Ivanovic se agarró de forma admirable al choque, resistió y vivió muchos minutos en torno a la barrera de los diez puntos hasta que se desinfló finalmente en una ráfaga final cerrado por cinco puntos, triple incluido, de Basile, el héroe del primer partido.

El Tau tuvo el amor propio y la capacidad para obligar al Barcelona a trabajar a destajo hasta el final. Y lo hizo con la fórmula de colocar a Vidal y San Emeterio en pista y apretar a muerte en defensa, con un Splitter colosal que se dejó el físico y el alma en la cancha (15 puntos, 8 rebotes). Lesionado y enfrentado a la terrorífica batería de hombres altos del Barcelona. En otro partido sin peso de Santiago y en un día en el que Ilyasova se limitó a rebotear e intimidar, aparecieron Andersen, de profesión ganador de ligas haya donde va y un jugador que siempre está en los momentos clave (18 puntos, 4 rebotes) y sobre todo Fran Vázquez. El gallego jugó su mejor partido de la final: 18 puntos, 3 rebotes, 3 tapones, 7/7 en tiros de 2. Suyos fueron 8 puntos en el primer cuarto en el primer tirón azulgrana. Suyos fueron los mates, los alley oops alimentados por Navarro, y suya fue la referencia ofensiva en los minutos del último cuarto en los que el Barcelona no encontraba la forma de anotar con la fluidez del resto del partido (27 puntos en el primer cuarto, 28 en el tercero). Su serie de tiros libres evitó sustos mayores y mantuvo la ventaja del Barcelona en un margen relativamente cómodo.

Y Navarro, claro. El 'crack' en la hora de los 'cracks'. Letal por sus 19 puntos y su 5/8 en triples, algunos imposibles, psicológicos, resolviendo ataques confusos sobre la bocina de posesión. Y letal por sus 9 asistencias, haciendo jugar al equipo y castigando las ayudas de un Tau que consiguió reducir las pérdidas (7 por 6 del Barcelona), ganó el rebote (25-29 con 13 ofensivos) y tiró muy bien de tres (12/25) pero aún así no pudo con la intensidad defensiva y las variantes ofensivas del Barcelona. Prigioni y Rakocevic primero y Vidal y San Emeterio en la recta final mantuvieron a su equipo a flote, pero no fue suficiente porque el Tau dejó ir demasiado lejos al Barcelona entre el ecuador del segundo cuarto y el del tercero. De dos triples de Navarro seguidos (41-26) a los puntos de Andersen y Vázquez y el citado 59-41, con Sada y Grimau otra vez en el duro trabajo de intendencia, contagiando vitalidad y siempre aportando cosas), y Basile como espíritu libre. Al final, 17 puntos del italiano que contribuyó con 3 triples al 12/23 del Barcelona, que navegó sobre el 60% en tiros de dos y anotó 9 puntos más desde la línea de tiros libres que un rival que nada pudo hacer. Nada excepto luchar hasta la extenuación.

El partido y la final dejan también la reivindicación de Xavi Pascual, que ha sido mejor, en el plano técnico y en el anímico, que Ivanovic. Un excelente planteamiento defensivo apoyado en la profundidad de su plantilla con un enorme desgaste en la zona, manos dificultando cualquier circulación, ayudas constantes, y un gran trabajo sobre Rakocevic, que además sufrió marcando muchos minutos a Navarro. El serbio, aún así, se fue a 20 puntos. Pero estaban demasiado mermados jugadores vitales como Teletovic y un descentrado Mickeal, con la rodilla en absoluto precario, que cometió una antideportiva que le costó a su equipo 5 puntos (dos tiros libres y un triple de Andersen) en uno de los momentos en los que intentaba sacar la cabeza.

Así que el Barcelona fue mejor, ganó, recuperó el título, sació su ansiedad y justificó su potente inversión económica y el excelente trabajo de Creus. El Regal Barcelona es el rey de la ACB y el rival a batir, para todos, en la próxima temporada que, justo cuando cerramos esta, ya se antoja apasionante con Messina asomando en el horizonte y la promesa de un Real Madrid que de réplica a Barcelona y Tau; Tau y Barcelona, los dos grandes colosos ahora mismo de nuestro baloncesto. Hoy uno campeón con toda justicia y el otro subcampeón con todos los honores.