Podríamos hablar del segundo partido Lakers-Rockets o, sencillamente, del segundo asalto. Y es que si algo dejó la noche fue lucha y bofetadas: las imágenes de Artest encarado a Bryant, a quien acusa de darle un codazo, o de Scola tendido sobre el parquet tras el golpetazo de Fisher, marcaron la victoria angelina por 111-98, lo que deja la serie en 1-1. Toca ahora hacer las maletas y viajar a Houston, escenario del tercer y cuarto encuentros, y esperar posibles sanciones de la NBA sobre esas jugadas.

La expulsión de Artest (25 puntos) dejó vía libre a Bryant, quien acabó la noche como máximo anotador con 40 puntos. La de Fisher no pasó factura a los Lakers, donde todos se unen a la batalla, incluido Pau Gasol, que esta vez ganó la partida a Yao Ming -lastrado por las faltas- y firmó 22 puntos y 14 rebotes. "Va a ser muy intenso de aquí al final. Hay que dejarse todo sobre la pista. Hemos demostrado que vamos a hacer lo necesario para hacernos respetar y ganar a quien sea. Si hay que jugar físico o muy duro, lo haremos", avisa el de Sant Boi. Sus palabras ayudan a caldear el ambiente en el Toyota Center. Para esa cita, Phil Jackson debe recuperar a Bynum, ausente en el segundo partido: cero puntos. Lo necesitan, porque los Rockets afilan el colmillo, con Scola al frente. Recibió la caricia de Fisher, se encaró con Odom, también con Walton. Él y Artest preparan la emboscada. "Estás golpeando al tipo equivocado", le dijo Artest a Kobe en el segundo partido. ¿Qué le dirá en Houston, en su guarida?