Baloncesto | Euroliga | Real Madrid-Olympiacos
Este Madrid también se agarra al clavo ardiendo
Recurre a la épica para igualar una eliminatoria casi imposible (0-2)
Como en el fútbol, el Madrid de baloncesto se ha hecho cofrade del Clavo Ardiendo. Cuando la realidad es tan cruda, llega el momento de la fe, de creer, porque las opciones de forzar y ganar un quinto encuentro en Atenas ante el Olympiacos son mínimas. De hecho, la victoria blanca en la Final Four se pagaba ayer 66 a 1 en una casa de apuestas. Hablando en plata, nadie da un euro por los de Plaza.
Su gran oportunidad pasaba por sorprender en uno de los dos primeros partidos en Atenas, cualquier otra cosa era apelar a la heroica. Y en esas estamos. "Aún todo es posible", dice Van den Spiegel, que ya sabe lo que es remontarle una eliminatoria de cuartos al Olympiacos. Fue el año pasado con el CSKA, tras comenzar perdiendo 0-1 en Moscú y acabar imponiéndose por 2-1. "Tenemos mucha confianza en nuestras opciones después de haber estado muy cerca en Atenas", explica Bullock. Y Plaza añade: "Al Madrid no se le puede pedir otra cosa que no sea luchar hasta el final".
La clave de los madridistas para evitar la presión, el vértigo excesivo, es pensar sólo en el siguiente duelo y confiar en que Vistalegre fuerce el quinto, el del regreso a La Paz y la Amistad de El Pireo. Por cierto, después de los petardos, las bengalas y el puntero láser; la Euroliga ni siquiera ha multado al Olympiacos, por no pensar en un castigo más duro. Si esto pasa en la Liga de Campeones, la UEFA haría sangre del culpable, y, en algunos casos, mejor pecar por exceso que por defecto. En la Grecia de la canasta todo seguirá igual un año más y eso que Papalukas hablaba hace unos días de atajar drásticamente el comportamiento violento de los hinchas en su país. La Euroliga, como hizo la FIBA durante dos décadas, prefiere no meterse en problemas. Al menos, fue capaz de repetir en Atenas un AEK-Tau tras una canasta fuera de tiempo. Aunque eso sucedió hace ya ocho años. Por suerte, en las canchas españoles cosas parecidas son excepción, no una mala costumbre.
Dejemos la grada y saltemos a la pista, donde un hipermotivado Madrid intentará evitar el 3-0. El cansancio del viaje a Las Palmas queda a un lado, mientras que Bullock y Reyes buscan socios para la causa. Solos no pueden porque Papalukas amenaza con batir su récord de asistencias (13) a lo Serguei Bubka, es decir, cada día dando una más, y Vujcic lleva anotando 14 o más puntos en los últimos seis encuentros. En lo colectivo, el Madrid domina el rebote (34 a 28,5), pero naufraga en ataque, en la elaboración del juego (7,5 a 19 asistencias) y en los triples (10 con un 28% por 17 con un 48%). Podría jugar el ex madridista Pelekanos, recuperado de una lesión en un codo, aunque Giannakis se ha llevado 14 jugadores a Madrid y no decidirá hasta antes del choque. Eso es alardear de plantilla, a lo Scariolo en la Selección.