El Pamesa Valencia sufrió más de lo previsto para doblegar a un correcto Hemofarm Stada serbio en un partido que tuvo un periodo para cada equipo y que se decidió en los minutos finales gracias a la aparición de un excelso Vule Avdalovic.

Con este triunfo, el Pamesa Valencia se sitúa en la primera plaza de su grupo de la Eurocopa de baloncesto y deja encarrilada su clasificación para la "Final entre Ocho" de la competición tras haber logrado dos victorias en otros tantos partidos disputados.

Tras una primera parte muy discreta en la que se vio lastrado por sus bajos porcentajes de acierto, Avdalovic decantó el partido del lado local con un último cuarto brillante.

El dominio en el primer tiempo fue para los balcánicos, que casi siempre llevaron la iniciativa en el marcador. Su control del rebote defensivo y los pobres porcentajes de tiro del Pamesa les permitieron situarse rápidamente por delante.

Por suerte para el equipo español, los serbios no exhibieron desde el perímetro el mismo acierto que desde la pintura, lo que les impidió marcharse definitivamente en el tanteador (14-19, m.13). El conjunto local, que se vio superado por el poderío físico de Marjanovic, Bader y Macvan bajo los tableros, se mostraba incapaz de anotar desde la pintura, pero un par de minutos de agresividad defensiva le dieron la opción de reducir diferencias tras materializar varios contraataques (18-21, m.15).

Sin embargo, los visitantes lograron rehacerse rápido gracias al acierto puntual desde el perímetro de Pavkovic, quien encadenó dos triples para establecer de nuevo una ligera diferencia que se mantuvo hasta el descanso (21-29, m.17).

La esperada reacción del Pamesa en la segunda parte se hizo esperar. Williams asumió el liderato de su equipo para intentar imponer la lógica, pero el equipo español se topó de nuevo con sus propios errores (26% de acierto en triples y 46% en tiros de dos) y con Milan Macvan (cinco rebotes y 17 puntos de valoración)

El Pamesa sólo anotaba con facilidad cuando era capaz de recuperar balones en defensa y salir rápido al contragolpe, pero sufría lo indecible para anotar en los ataques en estático. El equipo serbio, que durante todo el partido tuvo tres claras ocasiones de despegarse definitivamente en el marcador, pagó en el último cuarto su incapacidad para tumbar a su rival cuando lo tuvo contra las cuerdas.

Fue entonces cuando emergió la figura de Vule Avdalovic, quien se echó el equipo a la espalda y volvió a ofrecer su mejor versión, la misma que le llevó a convertirse en uno de los líderes de su equipo hasta que una inoportuna lesión, durante un partido de esta misma competición en noviembre de 2007, cortó su progresión. El base serbio tomó la responsabilidad anotadora y con 19 puntos en los once últimos minutos decantó a favor de su equipo un choque que se le estaba complicando por momentos.