Mordente da la puntilla al Madrid en el último cuarto

Euna partita dal grande fascino", es decir, "es un partido con gran encanto". Era así como anunciaba la web del Armani Jeans Milán el duelo entre históricos, que resultó un partido de perfil bajo en el que el Real Madrid tuvo en la mano asegurarse la segunda plaza, pero fracasó con un último cuarto de caricatura. Para colmo, Hamilton cometió la enorme estupidez de dar un cabezazo a Mordente con uno de los árbitros a un metro. Había que frenar a la estrella italiana, pero hay otras maneras... Con la derrota en Milán se abren las cábalas ante la última jornada, en la que los blancos reciben al Efes Pilsen. Ya en el Top 16, si ganan serán segundos, pero si caen entran en la vorágine de dobles y triples empates, estadística y penurias.

En los tres primeros cuartos, el Madrid cuajó un partido profesional, desequilibrado con el hambre de rebote mostrado por sus jugadores. El primero, Van den Spiegel, que fue titular. Con dos palmeos demostró su luz en el rebote ofensivo, donde puede ser una inestimable ayuda para Reyes. El Madrid aguantó el punch del arranque milanista y transformó un 13-9 en un 13-22. Anotaba seis puntos Hosley, cinco Bullock, y el AJ Milán se sustentaba en el derroche de Rocca.

Tras el descanso (29-30), Pape Sow saltó a la pista sin máscara protectora. ¿Anunciaba más o menos batalla? El Madrid se alejó con los malabarismos de Raúl López, quien en un ataque rodó por el suelo y sin dejar de botar se rehizo para anotar con bandejita a tablero. Pero ahí murieron los globetrotters, pues el Madrid se secó y el Milán recuperó el mando (54-53). Mordente reivindicó galones y, alimentado por la descalificante a Hamilton, sentenció lo que sólo en la web italiana fue "un partido con gran encanto".