El tópico de las dos partes diferenciadas, ya saben, la primera y la segunda, recupera vigor tras duelos como el de ayer. Si alguien se hubiera marchado del pabellón al inicio del tercer cuarto (49-34), no habría manera de que se creyera lo que pasó en su ausencia. Lo intentaremos; aunque será difícil. De momento, apunten parcial: 26-52 a favor del Kalise en los últimos 17 minutos. Sí, sí, está repasado tres veces.

Antes, el Alta Gestión Fuenlabrada había fabricado su ventaja con trabajo de hormiguita, con disciplina atrás, y, luego, dando rienda suelta a su imaginación en ataque. Corriendo. Ramos intimidaba, un muro, literal, y Antonio Bueno aprovechaba su tiro y los rechaces. Saúl y Oleson lucían, pero lanzando lo justo. No hacía falta más. Con la máxima renta, la actitud defensiva varió y ni las rotaciones ni los tiempos muertos hicieron reaccionar al Fuenla. Sin pérdidas de balón (12 al descanso) el Granca se asentó. Mario Fernández se puso a los mandos y la diferencia se estrechó con rapidez. A los de Guil les entraron los nervios, el bloqueo ofensivo era grande y el agujero en su canasta gigante. Peter Ramos pasó de valladar a simbolizar la caída. Savane, 21 centímetros más bajo, le trajo en jaque en cada acción.