Yo digo | Francisco José Delgado
España se cita con la historia
Hace casi un cuarto de siglo nuestra selección jugó una final olímpica. Por entonces muchos de los que leen esta columna ni habían nacido. Las cosas se pagaban en pesetas. Las camisetas de Naranjito causaban furor y los críos queríamos ser Corbalán, Epi o Romay. Ellos iban a jugar una final olímpica contra los invencibles EE UU. 24 años después las cosas han cambiado. Nos manejamos en euros. Las camisetas de Naranjito son una reliquia, Corbalán es médico, Romay baila en TV y Epi es comentarista. Lo único que no varía es que el baloncesto alcanza una final olímpica contra los americanos. Y parecen seguir siendo invencibles.
P ero la evolución de nuestro baloncesto ha recortado distancias. Lo que en Los Ángeles era un imposible, en Pekín es improbable. En un buen día del equipo español podemos pegarle un susto a la NBA. Si todos defendemos como Ricky y todos atacamos como Pau el oro es posible. En cualquier caso, pase lo que pase, esta selección ha hecho historia. No existe equipo que haya encadenado un título mundial, un subcampeonato de Europa y una medalla olímpica. El baloncesto reclama su puesto en el trono del deporte español. No habrá nadie sensato que le discuta la corona.